A una Trafic le sacaron las ruedas. A otro vehículo, el radiador y un asiento. A un tercer rodado, la tapa de cilindro, parte del tapizado y el radiador, entre muchas cosas. Nadie sabe cuándo desaparecieron esas autopartes, pero está claro que fue un robo tipo hormiga y que dejó casi desmantelados a cinco vehículos guardados en depósito en el obrador del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la provincia. La sospecha, por supuesto, es que él o los autores pueden ser los mismos empleados de esa repartición.
El caso sorprende porque ocurrió en el obrador de la Dirección de Mantenimiento y Obras Menores -dependiente de la cartera de Obras y Servicios Públicos- ubicado en la avenida España, al Sur de calle Arenales, en Capital. Aclaran que los vehículos estaban en desuso por distintos desperfectos y pertenecían a Recursos Energéticos, pero muchas de sus componentes y partes servían. Por lo visto, alguien aprovechó de que estaban en el depósito y poco a poco comenzó a desguazar los rodados.
Lo descubrieron días atrás y el encargo de ese sector, de apellido Rojas, ya radicó una denuncia en la Policía. Este empleado describió que algunos vehículos están allí desde 2019 como resultado de algunas averías y a la espera de su reparación, revelaron fuentes del caso. Por distintas razones no los pusieron en funcionamiento y quedaron en depósito.
Ahora bien, uno de los encargados notó que faltaban partes de un vehículo. Después miró a otro rodado y vio la misma situación. Al hacer una inspección, descubrieron que son cinco los vehículos casi desmantelados. A una Renault Trafic le sacaron una rueda, el radiador, el alternador de arranque, un asiento y hasta los tapizados de las puertas, según datos policiales. A otra Trafic le sacaron dos ruedas completas.
Allí también había una camioneta Chevrolet Silverado, a la que ahora le faltan el carburador, el arranque y el alternador. A una Ford F-100 le sustrajeron las tapas de cilindro y de válvula, además otros componentes, explicaron. A un auto Ford Falcón Ghia, le arrancaron el selector de palanca de cambio y la tapa de cilindro, por ejemplo, señalaron.
Para los investigadores aquí hay “gato encerrado”. La sustracción de esas autopartes aparentemente se viene dando de hace meses o años. La sospecha es que él o los autores de ese robo tipo hormiga son empleados del mismo predio, dado que ningún extraño tiene acceso al depósito. Además, para desguazar los vehículos se necesitan herramientas y tiempo. Todo es extraño y muy sospechoso. Por ello hay una investigación penal en el Tercer Juzgado de Instrucción y también otra causa administrativa dentro del organismo estatal, comentó una fuente del caso.