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SUSCRIBITE Otra vez una comisaría fue escenario de una revuelta de presos. En este caso fueron cuatro adolescentes en conflicto con la ley que ya habían provocado desmanes en el Instituto Nazario Benavidez en Zonda y que en estos días desataron el caos dentro de la Comisaría 13ra de Rivadavia. Lo que empezó como una protesta más, derivó en un motín con destrozos dentro de los calabozos, una lluvia de cascotazos y cuatro policiales lesionados, revelaron fuentes judiciales.
La situación fue tan complicada que la jueza María Julia Camus ordenó a que el grupo antidisturbios del GERAS irrumpiera al sector de los calabozos para controlar a los revoltosos. Eran chicos de entre 16 y 17 años, de modo que al ver a los uniformados con sus escudos y cascos éstos no opusieron resistencia y depusieron su actitud. Minutos después fueron separados y trasladados a distintas comisarías.
Fuentes policiales confirmaron que los desmanes ocurrieron el miércoles de la semana pasada, aunque recién trascendieron este lunes. No hubo ningún comunicado oficial al respecto, pero hay malestar en la Policía a raíz de los incidentes cada vez más frecuentes dentro de seccionales del Gran San Juan: ya sucedió en las comisarías 6ta y en la 36ta, además de una fuga en la Comisaría 7ma. Los calabozos de esas dependencias no están preparados para albergar por mucho tiempo a los detenidos, explicaron fuentes del caso, y eso genera los problemas.
Los protagonistas de esta última revuelta fueron cuatro adolescentes que semanas atrás provocaron desmanes y un incendio en el Instituto Nazario Benavidez. Estos chicos llevan mucho tiempo encerrados y no cuentan con lugares abiertos ni practican actividades, como lo hacían en el predio de Zonda. Fue así que ya se mostraban alterados, hasta que estallaron el miércoles 15 de marzo.
Empezaron gritando y llamando la atención, pero después arrancaron las puertas de sus calabozos y también rompieron parte de la mampostería. Ahí se armaron de trozos de cemento, que arrojaron a los policías. Fuentes del caso indicaron que alcanzaron a lesiones a tres suboficiales y hasta al jefe de la dependencia, pero no fueron heridas de gravedad.
El conflicto duró casi una hora y los adolescentes no lograron salir del sector de los calabozos. Más tarde llegó el personal de GERAS y con orden de la jueza Camus, del Juzgado de Menores, entraron a reducir a los adolescentes.
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