El 17 de febrero de este año, Sebastián Zamora oriundo de Chimbas fue víctima de un brutal ataque perpetrado por tres delincuentes. Mientras uno esperaba a bordo de un auto, los otros dos fueron contra su casa y dispararon contra su humanidad en varias ocasiones. Uno de esos proyectiles dio contra su cuerpo hiriéndolo en su pierna derecha.
Durante meses no se supo nada de los atacantes y recién a fines de mayo fue aprehendido uno de ellos. Se lo identificó como Jofré Molina y quedó imputado por los delitos de abuso de arma y violación de domicilio en calidad de autor.
El caso cayó en otra meseta, porque los otros dos atacantes seguían prófugos. Esto cambio el pasado 12 septiembre, cuando la policía atrapó a otro de los supuestos implicados. Se trata de Lucas Felipe Molina, de 30 años.
Este último fue señalado de ser el conductor del auto que transportó a los dos tiradores. El fiscal del caso, José Plaza de UFI Genérica, le imputó el delito de abuso de arma pero en calidad de participe necesario.
Hay un sujeto que sigue suelto con pedido de captura, se trata de Leandro Jofré.
Por esta persona prófuga y la nueva detención, el magistrado extendió el plazo de la investigación penal preparatoria por el plazo de 6 meses. El fiscal no solicitó medidas de coerción graves, sino que este nuevo acusado no obstaculice la investigación y se someta al proceso, presentarse una vez al mes en la comisaría 17ma y no acercarse a las víctimas ni contactarlas.
El hecho ocurrió el 17 de febrero cuando Zamora se encontraba con sus familiares en el interior de su casa. En un momento, los atacantes se aparecieron por su casa, saltaron el portón de entrada y esgrimiendo un arma de fuego comenzaron a disparar. La víctima contó en su denuncia que cuando intentó cerrar la puerta sintió un estruendo y un dolor muy intenso.