“Tiene 10 minutos para que evacue el Centro Cívico porque se lo vamos a hacer volar por el aire. Le vamos a volar todos los juzgados y vamos a ir por el hospital. Somos terroristas hermano. Avisale al señor Sergio Uñac” fue la amenaza telefónica que hizo Luciano Alexander Castro que se autodenominó “terrorista”, el pasado 23 de agosto de 2023. Estuvo preso durante unos días y fue investigado judicialmente durante casi un año. Y ahora, 12 meses después, fue sobreseído por la justicia.
Durante la investigación, una junta interdisciplinaria lo declaró insano, precisamente dijeron que era esquizofrénico y por tal razón la fiscalía no podía achacarle un delito. A pesar de que los profesionales de la salud dijeron que Castro podía tener un tratamiento ambulatorio, el fiscal Nicolás Schiattino y el ayudante fiscal Ignacio Domínguez solicitaron que se lo interne en el Hospital General Julieta Lanteri como medida de seguridad porque lo consideran una persona peligrosa.
La abogada que defiende a castro, la defensora oficial Cecilia Mut, se negó a esta internación y solicitó que siga teniendo un tratamiento ambulatorio, es decir, que pueda moverse libremente. Finalmente, la jueza Gloria Verónica Chicón decidió internarlo hasta que el tratamiento sea efectivo y los profesionales declaren que no es peligroso para la sociedad.
Ante esta decisión, Luciano Alexander Castro, fue enviado al hospital con custodia policial.
Una psicóloga y un psiquiatra de la Corte confirmaron que Castro sí comprende lo lícito de lo ilícito. Pero otra conclusión dio que es esquizofrénico (trastorno que afecta la capacidad de una persona para pensar, sentir y comportarse de manera lúcida) y drogadicto.