Un insólito y preocupante hallazgo sacudió este martes al departamento Rawson. En una precaria, la Policía descubrió una carnicería clandestina donde se faenaban caballos para luego vender su carne como si fuera vacuna. El sitio funcionaba sin ningún tipo de control bromatológico y en medio de una suciedad extrema: utensilios oxidados, sangre derramada, restos de carne sobre el suelo y un olor insoportable que dejaba en evidencia la falta total de higiene.
El operativo se concretó alrededor de las 8:20 de la mañana de este martes, luego de una investigación de los policías de la brigada de la División UFI Genérica, a cargo del subcomisario Miguel Gómez, y del personal de la Comisaría 24ta de Rawson. Esas tareas llevaron a confirmar que en una vivienda de calle Vicente Más 285 Sur se faenaban caballos y que lo vendían, según fuentes de la fuerza.
Fue así que los uniformados y efectivos de civil allanaron el domicilio, bajo la supervisión del ayudante fiscal Usin y en presencia de testigos. Allí detuvieron al propietario del inmueble, un hombre de 62 años, de apellido Vargas, y detuvieron restos de un caballo recién faenado junto con distintos cortes de carne distribuidos en baldes, mesadas y un viejo freezer.
Los investigadores secuestraron costillares, patas, piernas y otros cortes que, según determinó en el lugar el veterinario Gustavo Aragón, del Ministerio de Medio Ambiente, correspondían efectivamente a carne equina. También se incautaron los cuchillos utilizados para la faena, una balanza de mano y un freezer, elementos que evidencian que la carne era preparada y comercializada para consumo humano sin ningún tipo de control sanitario ni habilitación municipal.
Todo el material incautado fue trasladado a la sede de la Comisaría 24ª, junto con el detenido, quien quedó a disposición de la fiscal Daniela Pringles, de la UFI Genérica. Según se informó, tras realizar las pericias correspondientes, la carne secuestrada será derivada al Parque Faunístico de San Juan para ser utilizada como alimento para animales.
El procedimiento dejó al descubierto la existencia de un foco de riesgo sanitario en plena zona urbana. Las condiciones de trabajo, la manipulación indebida de alimentos y la presunta venta de carne equina como vacuna representan una grave amenaza para la salud pública. Las autoridades no descartan que existan otros puntos de faena clandestina vinculados al mismo circuito ilegal.