Después de que un nene de dos años fuera atacado salvajemente por un perro cruza con pitbull en Caucete y quedara seriamente herido, el chiquito debió ser sometido a una delicada operación de la cabeza el jueves por la noche y su abuela contó que evoluciona favorablemente.
Acorde informó Antonia Marín a los micrófonos de Radio Sarmiento, Isaías se encuentra en buen estado luego de la operación. Es que, a causa de la mordedura del perro, que le arrancó parte del cuero cabelludo, los profesionales que asistieron al menor debieron frenar la hemorragia para más tarde coser la herida cortante.
Por el momento, permanece internado en observación en el Hospital Rawson, luego de haber sido derivado del Hospital César Aguilar, donde le practicaron los primeros auxilios.
La madre del chiquito que fue sorprendido por el animal cuando jugaba en la puerta de su casa, María Heredia, le dijo a este diario que -a pesar de la brutal agresión que su hijo sufrió (scalp)- no presentó fractura de cráneo y por tanto la lesión sólo a nivel capilar.
Sobre lo ocurrido, la abuela que estuvo presente cuando el pequeño fue atacado describió una situación dramática. “Él lloraba, estaba todo ensangrentado. Fue desesperante”, aseguró.
“Está mejor”, expresó la familiar al referirse a su estado de salud actual, mientras aguardan con cautela por su evolución.
Además de confirmar que todo salió bien tras la intervención, confesó que su único interés por el momento es que su nieto salga de esta situación crítica. “Uno piensa en un primer momento lo peor, como matar al perro en caliente, pero después con la cabeza fría, sólo quiero que esté bien”, expresó.
La aclaración de la mujer tiene relación con el contexto en el que se dio el ataque del perro mestizo, cruza con pitbull, puesto que el animal no tenía el chip que la Ley Lara obliga a los perros potencialmente peligrosos a usar uno, ni tampoco tenía el bozal obligatorio, entre otras irregularidades.
Por esto último, el Juzgado de Paz de Caucete investiga los hechos y tiene en la mira al propietario del perro que, casualmente, no sólo es vecino sino que también es familiar del menor.