A casi un mes de la explosión de casos de pornografía infantil en San Juan, que quedaron al descubierto después de que las redes sociales detectaran actividad sospechosas en IP vinculados con la provincia, por lo que 6 hombres fueron detenidos, una de las preguntas que surge entre la opinión pública fue respondida por un experto en psicología y esa es: ¿qué tiene en la cabeza una persona que consume este tipo de material?
Consultado por Tiempo de San Juan, el licenciado Santiago Salinas, especialista en Criminología, ofreció sus conocimientos que ayudan a comprender -de cierta forma- cómo funciona la psiquis de aquellos que encuentran placer en lo que al común de las personas resulta aberrante y que, como corresponde, está penado por las leyes nacionales e internacionales.
Tras un breve repaso de quiénes son los sanjuaninos aprendidos, atrapados por la red internacional Missing Children, la mayoría ostenta un perfil insospechado, sin antecedentes penales, con trabajo y estudios y un futuro prometedor. Sin embargo, detrás de esas fachadas se esconde lo peor y por ello son investigados por la Justicia.
Sobre este punto, el profesional de la salud mental indicó:
"Ante este tipo de delito no se puede hablar de un perfil homogéneo de personalidad. Generalmente son personas de sexo masculino, con edades que oscilan entre los 25 y 50 años, solteros o con parejas inestables, sin hijos, con un nivel socio-económico medio/alto".
Además, expone que los sujetos se encuentran integrados a la sociedad pero evidencian "dificultades de interacción social y una poca capacidad de empatía, lo que los torna sujetos muy introvertidos".
Psicológicamente, indica, suelen ser
"personas inseguras, reservadas, con acentuada ansiedad social, una baja autoestima, inmaduros emocionalmente, dependientes y vulnerables a la violencia". "Son muy imaginativos y con gran capacidad fantasiosa", asegura.
Respecto al gusto que tienen sobre lo que se considera monstruoso, es decir la pornografía infantil, Salinas señala que "seguramente son sujetos hipersexuales y que, cansados quizás de consumir pornografía de adultos, en determinado momento, buscan nuevas sensaciones eróticas con esta preferencia".
Si bien destaca que no todos los consumidores de pornografía sexual infantil son pedófilos, aseveró que está certificado que "la gran mayoría sí lo son". Es por ello que explica que
"la pornografía les funciona como una válvula de escape, ya que pueden estar horas delante de la computadora consumiendo fotografías de menores, mientras se masturban".
En ese escenario, manifestó que la masturbación aparece como algo adictivo, "ya que les da placer inmediato y les ayuda a evadirse de otras situaciones de su ámbito personal que no son tan satisfactorias". Su realidad resulta maleable y puede modificarse y acentuarse con el correr del tiempo, por lo que Salinas advierte que " cada vez buscan imágenes que los estimulen más y por tanto van subiendo progresivamente de nivel, llegando a la fabricación de videos o -incluso- al punto de interactuar ya con víctimas reales".
Frente a estas últimas afirmaciones del experto, no resulta llamativo que al menos dos personas estén en la mira de la justicia por presunta producción de material. De uno de los hombres sorprendido por las alarmas internacionales se sospecha que pudo haber utilizado a un menor familiar para producir, mientras que la única mujer detenida por el mismo delito, denunciada por su propia familia, se estima que haya usado a su hija para la comisión del delito.
Quiénes son 7 sanjuaninos detenidos
Se trata de 6 hombres y una mujer. Los primeros fueron descubierto por la red 24/7 de la Nación, que dio aviso a las autoridades locales. La única mujer fue denunciada por su propia familia en ANIVI. Mirá cuáles son cada uno de los perfiles.