Después de que el pequeño de 2 años Sahir Peñaloza fuera brutalmente atacado por una jauría en Marquesado y producto de las heridas que sufrió lamentablemente perdiera la vida camino al hospital, intervino la Justicia Penal de San Juan para investigar el trágico hecho y, aunque la causa pasó de un juzgado de instrucción a uno correccional, no está descartado que el o los responsables por los animales sean imputados por un delito.
Es que un antecedente con data del 2015 podría ser clave en la instrucción del caso, si es que el juez subrrogante del Cuarto Juzgado Correccional Ricardo Moine lo considera así. Se trata de un incidente sucedido en mayo de ese año, en el que un perro de raza bóxer atacó salvajemente a un nene de 3 años y, por ello, su dueño fue denunciado y procesado por la Justicia, aunque como nunca se presentó a derecho y se mantuvo prófugo, con el transcurso del tiempo, la causa expiró.
Se trata del caso que tuvo a Oscar Díaz en el ojo de la tormenta, acusado de lesiones culposas y denunciado por la madre del menor de edad que recibió 30 puntos en su rostro y que estuvo a punto de perder uno de sus ojos, tras el ataque del canino que ya había mordido a varios vecinos de La Bebida, en episodios anteriores. La jueza correccional que intervino lo procesó en noviembre de 2017 con prisión preventiva por desacato a la autoridad, pero el imputado nunca cumplió el mandato.
Por el artículo 94 del Código Penal que reza "se impondrá prisión de un mes a tres años o multa de mil a quince mil pesos, el que por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión, o por inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo, causare a otro un daño en el cuerpo o en la salud", Carolina Parra lo procesó pero como el tiempo pasó la causa prescribió.
Este registro podría entrar en las consideraciones de quien investiga si hubo responsables de los animales involucrados, aunque primero las causas de la muerte del chiquito deberán ser determinadas por el informe de la autopsia que se practicó. Según señalaron los vecinos, los perros que agredieron al menor son de una finca 'Los Abuelos' situada en el Callejón Tello, al lado de la vivienda de la que provenía Sahir.
El viernes de la semana pasada, el bebé le pidió a su abuelo Juan Antonio Peñaloza salir un ratito después de almorzar como lo hacía siempre. A los minutos, el hombre fue hasta el patio de adelante para ver cómo estaba su nieto, pero al no verlo, caminó unos pasos y entonces sorprendió a la jauría que estaba encima del niño. Allí vio que el pequeño había sido atacado; lo alzó y, desesperado, llamó a la Policía y a la ambulancia aunque ya era tarde: la criatura había muerto por la gravedad de las heridas y por la sangre que perdió.