"Es una historia que iba a terminar pasando, es una crónica de una muerte anunciada", decía el familiar de la mujer que se encuentra internada en Terapia Intensiva, del Hospital Marcial Quiroga. Se trata de Liliana Loyola, de 64 años, quien, según el familiar, "tiene que ocurrir un milagro para que vuelva a vivir porque tiene 80% de posibilidades de morir".
Esta historia es de larga data. De hecho, Juan Eduardo Echegaray (27), hijo de Liliana, cuenta con un frondoso prontuario -alrededor de 25 causas penales por delitos contra la propiedad, sin condenas- y más de cinco ingresos al Servicio Penitenciario Provincial. "Era tal el amor enfermo que tenía Liliana por este sujeto que prefería sufrir golpizas y tormentos por parte de su hijo, a cambio de que fuera denunciado y al Penal", expresó la fuente.
Los delitos de Echegaray comenzaron cuando era menor, pasó por varios institutos para menores por las causas penales que tenía. "Pero Liliana nunca lo denunciaba, siempre me llamaba a mí para pedirme auxilio cuando la estaba arrastrando por el piso porque no le quería dar plata. Yo llamaba a la Comisaría 27ª, los policías iban pero como ella lo encubría, se terminaban yendo", afirmó el familiar. Fue tal el hostigamiento que un día la víctima lo echó de la casa y el atacante se fue a vivir con su novia a su casa en Chimbas. Liliana les prohibió el ingreso.
Sin embargo, el familiar contó que el sujeto solía ir a visitarla a su casa para pedirle dinero. "De hecho, todos los vecinos escuchaban los escándalos que Echegaray hacía cuando iba a su casa y le pedía plata. Liliana hasta le compró un auto Peugeot azul dos semanas antes de que la atacara y así y todo la seguía hostigando por dinero", expresó.
El hecho que la dejó internada en el Marcial Quiroga ocurrió el pasado 29 de noviembre, sobre las 20:30, en la vivienda de Loyola en el barrio Aramburu, en Capital. "Como de costumbre, fue a la casa de su mamá y la amenazaba con que si no le daba plata, la iba a matar, entonces Liliana lo hizo entrar", relató el familiar. Y así fue. Como no le quiso dar dinero, el sujeto le roció un líquido inflamable y "creemos que con una vela la prendió fuego porque Liliana solía tener velas porque era muy religiosa y de vez en cuando prendía una", contó el hombre.
Según la fuente, los primeros en saber fueron la otra hija de Liliana y su ex marido. "Ellos recién nos avisaron al otro día cuando ya estaba internada en la parte de quemados en el Hospital Marcial Quiroga", confesó. Al llegar al nosocomio se encontraron con el tremendo panorama: Liliana estaba con el 60% de su cuerpo quemado y, según le dijeron los médicos a los familiares, con 80% de posibilidades de morir, "o sea un milagro la puede salvar, es probable que en breve nos llegue la mala noticia", dijo el familiar.
El relato del familiar continuó: "Cuando hablamos con ella nos dijo que solo recordaba verse en llamas pero nada más. Por supuesto que no le creímos. Hasta que el martes 11 de diciembre, 12 días después del hecho, se quebró y llorando nos confesó que había sido su hijo quien le echó un líquido y le prendió fuego. No nos supo decir con qué objeto lo hizo. También nos dijo que por favor no hiciéramos nada porque iba a sufrir si lo veía en el Penal de Chimbas, otra vez preso".
Al otro día, míercoles 12, Liliana empeoró su situación y debió ser internada en Terapia Intensiva. "Ahí fue cuando dijimos que esto no se podía quedar así y fuimos a hacer la denuncia a la comisaría". El jueves último, familiares de Liliana fueron a radicar la denuncia a la Comisaría de la Mujer y efectivos del Grupo GERAS, de la sección Homicidios de la Central de Policía, personal de la Comisaría de la Mujer y de la 27ª comenzaron a buscarlo intensamente.
Empezaron por su casa del barrio Aramburu y no lo encontraron. Echegaray había estado yendo al hospital a ver a su mamá, a quien la quemó pero desde que supo que estaba siendo buscado, no volvió a ir más. De igual forma, los pesquisas fueron de civil al hospital y tampoco pudieron dar con él. Según indicaron los efectivos a los familiares, el sujeto ya tiene pedido de captura en todas las comisarías de la provincia.
"Todos quieren que Liliana se muera para poder cobrar el seguro de vida, tienen solamente intereses económicos con ella nada más. Todos la quieren ver muerta para quedarse con sus pertenencias pero no saben que si se prueba el deseo de verla muerta, no se van a quedar con nada", expresó enojado el familiar.
Finalmente pidió a la comunidad que "urge la detención de este matricida porque lo único que quiere es quedarse con el dinero de Liliana. Siempre que salían a comer o lo que fuere, era ella quien pagaba todo". La causa ya recayó en el Cuarto Juzgado de Instrucción, a cargo del juez Martín Heredia Zaldo.