Serena, imperturbable, tranquila y sin titubear. Así les juraba Julieta Ovando (23), a sus víctimas, que ella no tenía nada que ver con la estafa de los cursos de Auxiliar de Abordo truchos que se dictaban en el Hotel América.
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SUSCRIBITESerena, imperturbable, tranquila y sin titubear. Así les juraba Julieta Ovando (23), a sus víctimas, que ella no tenía nada que ver con la estafa de los cursos de Auxiliar de Abordo truchos que se dictaban en el Hotel América.
Ella cobraba las cuotas, llamaba por teléfono cuando se atrasaban y era la cara visible de la estafa: "cada vez que le pedíamos hablar con la directora nos envolía, nos vuelteaba para que no lo hiciéramos", contó a Tiempo de San Juan, Laura Cárdenas, una de las damnificadas.
Sin embargo, el día que todo salió a la luz juró por su bebé que ella no tenía nada que ver con lo ocurrido. Siempre dijo que era la víctima y ahora se la investiga por 24 denuncias en su contra. Entre ellas hay alumnos y profesores que también terminaron denunciando a Ovando por el engaño.
Pero cuando la estafa se conoció, sus víctimas empezaron a atar cabos y se dieron cuenta de que no era la primera vez que Ovando lo hacía, sino que manejaría un extenso polirubro de cursos truchos, en los que otros ya habrían caído antes.
"Esta chica cobraba los cursos de masoterapia de una clínica que supuestamente se llamaba NutriSalud, cuando terminabas nunca te daban los certificados", escribió una de las víctimas, indignada, cuando Tiempo de San Juan dio a conocer la noticia.
Según Cárdenas, "tenía dos perfiles de Facebook y publicaba en distintos grupos de compra venta, sobre los cursos de Auxiliar de Abordo y sobre los de Masoterapia".
Las víctimas aseguran que "tiene una habilidad de mentir increíble" y que en la puerta de la Central de Policía les juró que no podía devolverles el dinero porque "ya se lo había mandado a los estafadores en Buenos Aires".
Ovando también se dedicaba a la Peluquería y ofrecía un tratamiento para bajar de peso, a través de las redes sociales.
En todas las publicaciones figuraban dos teléfonos celulares, siempre los mismos, que le pertenecían y que fueron secuestrados por los pesquisas de Defraudaciones y Estafas en la casa de la joven, para peritar.
La provincia tiene antecedentes de grandes estafadores como César Esteban Vignoli, el "maestro de la estafa", quien acumuló hasta cinco causas y llegó a juicio. Éste tenía 45 años y una larga experiencia en negocios, lo que le facilitó poder embaucar a comerciantes sanjuaninos. Sin embargo, ni los abogados más viejos de San Juan recuerdan a alguien como Julieta.
Un detalle que llamó la atención a las víctimas es que cuando le preguntaban cómo se llamaba la directora del curso que estaban haciendo ella decía que era Liliana Partuzzo. El abogado de Ovando, Leonardo Villalba, sostiene que Partuzzo existe en Buenos Aires. Sin embargo, en las publicaciones que la joven hacía sobre su supuesta clínica "NutriSalud", figura como directora una mujer llamada Juliana Partuzzo. "Ni creatividad para cambiar el apellido tenía", asegura Cárdenas.
Mientras Ovando sigue siendo investigada en el Tercer Juzgado de Instrucción, a cargo del juez Guillermo Adárvez, en la Central de Policía se acumulan denuncias para abrirle una nueva causa.
Ésta vez es por la venta de casas prefabricadas que Ovando habría vendido y que, supuestamente, nunca entregó. Al cierre de esta edición había dos damnificados pero desde la Policía esperan que las denuncias se acumulen para enviarle la causa al juzgado. Cuando eso suceda, Ovando quien está en libertad, deberá volver a dar explicaciones al juez Adárvez.
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