Héctor Enrique Rodríguez (20) comenzará a ser juzgado este jueves, acusado de haber violado a sus dos sobrinitos de 3 y 5 años, en reiteradas oportunidades, durante enero de 2014.
Según consta en el auto de procesamiento contra Rodríguez, los dos pequeños, lo llamaban "Manchi”, y fue con ese apodo que los niños le contaron a su abuela paterna lo que les hacía su tío.
Los abusos habrían comenzado cuando los padres de los niños se separaron y la mujer trajo a vivir a su casa a su hermano, "Manchi”, que en ese entonces tenía 18 años.
En la casa del barrio Bella Vista, en Pocito, convivía la mujer con los dos pequeños, su hermano y su nueva pareja que la visitaba esporádicamente, contó la abuela de los nenes.
En ese contexto es donde los niños le contaron a su abuela que se produjeron los abusos sexuales. Es que según la mujer, "Manchi”, dormía en la misma habitación con sus sobrinos y es ahí donde habrían ocurrido los aberrantes episodios.
Las sospechas de la abuela comenzaron cuando sus nietitos empezaron a manifestarle que les dolía mucho la cola y la panza.
Fue entonces cuando la mujer decidió revisar a los nenes y se dio cuenta que tenían irritada la zona anal. Según la abuela fue el niño de 5 años quien le confesó que su tío "Manchi” les tocaba "la cola y el pitito con un palo”.
Si bien en un primer momento la mujer le atribuyó la irritación en la zona anal, a una paspadura, una vez que escuchó el relato de su nieto, no dudó en acudir a la comisaría para radicar una denuncia.
El médico legista constató las lesiones anales de los hermanitos y además agregó que uno de ellos tenía heridas de vieja data y el otro, una más reciente.
Más tarde el equipo de psicólogos del Poder Judicial constató el relato de los niños y su tío "Manchi” fue detenido y acusado de haberlos violado. El procesamiento de Rodríguez estuvo a cargo del juez Maximiliano Blejman, del Cuarto Juzgado de Instrucción.
Ahora, el hombre será juzgado en la Sala I de la Cámara Penal por el delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por la situación de convivencia y gravemente ultrajante.
Rodríguez, se abstuvo de declarar y dar su versión de los hechos durante la etapa del proceso y ahora tendrá la oportunidad de hacerlo ante el juez. Si es encontrado culpable se enfrenta a una pena que va de los 8 a 20 años de prisión.
La mamá de los niños fue imputada por encubrimiento pero luego fue sobreseída. Ahora los hermanitos se encuentran a cargo de la abuela paterna y su mamá tiene un régimen de visitas para ir a verlos.