La influencer y empresaria estadounidense Kim Kardashian ha demostrado una vez más que, en el universo de la moda y la controversia, el mal gusto se vende. Su más reciente creación es una línea de ropa interior que incluye vello púbico sintético, que no tardó en viralizarse y agotarse en menos de 24 horas.
Con 354 millones de seguidores pendientes de cada anuncio en Instagram, a Kardashian le bastó un story para desatar una fiebre de consumo que vació el stock del llamativo lanzamiento en tiempo récord. El producto, una micro-tanga que cuesta 32 dólares y viene en 12 tonos distintos, es la prueba de que hay un mercado dispuesto a pagar por cualquier cosa que simbolice la "tendencia" del momento.
"Nuestra bombacha más atrevida hasta ahora", indicaron en el sitio oficial de Skims -la marca de Kim-, donde la única opción que queda es inscribirse a la "lista de espera", mientras los afortunados que ya obtuvieron su ejemplar se preparan para estrenar este extraño accesorio íntimo.
Las insólitas bombachas que lanzó Kim Kardashian