Verónica Lozano, Cami Homs y Cande Molfese entraron a la carpa de Bake Off Famosos con la respiración contenida. No era un día más: la gran final comenzaba, y el desafío que las esperaba no era menor. Una torta encastrada, una creación que mezclaba la precisión matemática con la delicadeza del arte pastelero, sería la primera prueba técnica que definiría quiénes merecían un lugar en el último duelo creativo.
“Hoy la clave es la precisión. Un corte perfecto es fundamental para un encastre impecable”, advirtió Christophe Krywonis, con la solemnidad de quien conoce el rigor de la pastelería clásica.
La torta, dividida en dos bizcochos -uno de limón con frambuesa y otro de cacao-, requería una ejecución impecable. Entre sus rellenos, se escondían sabores que resonaban en la memoria de cualquier amante del dulce: crema Bariloche, ganache de limón, chocolate y manteca. Pero no era solo el interior lo que debía brillar; la superficie debía lograr un acabado aterciopelado perfecto. Para ello, Damián Betular explicó el procedimiento: el baño de chocolate y manteca de cacao debía aplicarse a 40 grados exactos, con una pistola de pintura y desde la distancia justa. Un error de cálculo arruinaría ese “efecto gamuza” que parecía salido de una vitrina de alta repostería.
“El mixer será su aliado para igualar el color”, intervino Maru Botana, al ofrecer el último consejo. El tiempo corría: 3 horas y 30 minutos. La tensión era palpable. Los rostros de Lozano, Homs y Molfese reflejaban el peso de las expectativas. El jurado aguardaba, silencioso pero observador, cada paso del proceso. Finalmente, llegó el momento de la verdad. Las tortas encastradas fueron presentadas a ciegas para la rigurosa degustación.
La primera fue la de Cande Molfese. Al verla, Christophe lanzó su veredicto inicial: “La estética no está mal. Está aterciopelado... Falta elegancia en el peinado, pero está”. Al cortar la torta, el crítico gesto del francés dejó entrever un fallo técnico: “No está simétrico”. Sin embargo, el sabor la redimió. Betular encontró simetría en otra porción y Maru Botana elogió la crema: “El sabor es muy bueno”. Pero Betular, siempre atento a los detalles, cuestionó el grosor de la capa de manteca.
El turno de Camila Homs trajo un aire distinto. La torta, visiblemente más oscura, captó la atención de Betular: “Me gusta que esté más marcada geométricamente”, señaló con interés. Hubo críticas a uno de los rellenos, pero Maru defendió con entusiasmo: “El chocolate está épico”. Sin embargo, Betular cerró con una observación crítica: “Está un poco subida de tono”.
Finalmente, llegó la torta de Lozano. Desde el primer corte, la simetría fue evidente. Christophe, siempre parco pero preciso, la calificó de “prolija”. Pero el paladar no perdonó: “Está un poco seco”, dictaminó el francés. Betular, por su parte, destacó algo fundamental en una final de esta magnitud: “Me gusta la contundencia de sabor y corte”.
Tensión en Bake Off Famosos
Cuando Wanda Nara y el jurado anunciaron los resultados, la tensión estalló. Por apenas mínimas diferencias, Vero Lozano quedó en tercer lugar. Se había terminado su recorrido en Bake Off Famosos, pero no sin dejar un mensaje: “Hay que animarse a hacer cosas distintas. El único techo o cielo es el que nos ponemos nosotros. Si nos proponemos algo, podemos hacerlo con mucha pasión y amor”, declaró entre lágrimas y sonrisas, con una emoción genuina que recorrió la carpa.
El reconocimiento llegó en palabras y gestos. Damián Betular la despidió con una mención especial: “Verónica fue la participante que más veces fue “pastelera estrella” en esta competencia”. La carpa de Bake Off Famosos quedó en silencio por un instante, como si las paredes blancas también se sumaran al aplauso que despedía a una de sus figuras más queridas. El camino había sido exigente, pero Lozano, como una verdadera pastelera, se había ganado su lugar entre los grandes. Ahora, la mesa está servida y Cami Homs y Cande Molfese definirán la primera edición para celebrities del programa de pastelería que se verá el lunes 16 de diciembre.
FUENTE: Infobae