Argentina y México están sufriendo el mismo problema con la vacuna Sputnik, del laboratorio ruso Gamaleya: no están llegando las segundas dosis.
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SUSCRIBITEArgentina y México están sufriendo el mismo problema con la vacuna Sputnik, del laboratorio ruso Gamaleya: no están llegando las segundas dosis.
El asunto tiene en ascuas, especialmente y además de a las autoridades sanitarias, a aquellos que se dieron la primera dosis a fines de marzo, principios de abril, a casi tres meses de la inoculación.
Para llevar tranquilidad, la ministra de Salud de la Nación Carla Vizzotti, aseguró que “la primera dosis brinda el mayor porcentaje de inmunidad. La segunda lo complementa y prolonga el efecto. Las vacunas no se vencen, eso es falso”.
De todas formas, algunos expertos de los que no asesoran al gobierno aseguraron que es imperioso "completar el esquema de vacunación”, y criticaron la extensa ventana de 3 meses entre una dosis y la otra.
Otro tema importante es el avance de variantes del virus como la Delta, que está llevando algunos países a pensar en un esquema de tres vacunas.
El vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica Roberto Debbag, explicó algunas razones por las cuales puede haber un retraso en la fabricación y distribución de la segunda dosis: "El segundo componente de Sputnik V no se puede fabricar como se fabrica el primer componente, que tiene un adenovirus que con alimentos determinados se replica rápidamente. El adenovirus 5, el del segundo componente, con los mismos alimentos o con más alimentos, no se puede reproducir más rápido”.
Argentina, según reportan fuentes oficiales, recibió 7.8 millones de la primera dosis de la Sputnik, y sólo 1.5 de la segunda, hasta mediados de junio.
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