Se viene fin de año y estas últimas semanas son críticas para el mundo espiritual, porque empieza la cuenta regresiva para iniciar otra vuelta al sol renovados. Para que puedas hacer este proceso de la mejor manera posible, te traemos rituales para reordenarte interiormente.
Esta primera nota estará destinada a los tres primeros signos del zodíaco:
Aries, el Emperador
La carta de este signo representa el poder de la mente y de la palabra. El emperador tiene que ver también con el gusto por la competencia y el dominio. Pero para que esta energía fluya Aries debe tener su energía mental bajo control y bien encauzada. El desequilibrio en las prioridades hacen que esta fuerza volcánica vaya en contra de los planes de los arianos, tirando hacia un lado y el otro.
Por eso, para finalizar el año, Aries debe encauzarse y para eso le proponemos este ritual:
Sentate en un lugar tranquilo y escribí tus objetivos a futuro con tinta negra, sobre papel liso apoyado en una superficie blanda (puede ser un individual de goma eva).
Dejalos todos por escrito, hacelo lo más rápido que puedas y sin pensar, no importa cuántos. Una vez que tengas ese primer borrador, da vuelta la hoja. Vas a ver dónde pusiste más fuerza por el relieve y esos son los puntos que verdaderamente necesitan tu energía. Recordalos, volvé a escribirlos sobre otro papel y el primer borrador quemalo. Tu mantra durante el proceso, que debés repetir mentalmente, es: Mi fuego no los merece.
Tauro, el Sumo Sacerdote
Esta es la carta de los bienes materiales y la seguridad. Los Tauro son meticulosos y aman lo convencionales. Que no te engañen, el mundo terrenal y seguro no es malo, en el caso de los taurinos es señal de fuerza y capacidad de liderazgo.
El lado oscuro de los Tauro tiene que ver con que muchas veces son demasiado testarudos, demasiado seguros de su verdad. Por eso, para terminar el año y volver a nacer, deben ponerse a prueba profundamente.
El elemento clave del ritual que proponemos es un espejo. Frente a este elemento Tauro deberá sentarse con la mente desnuda y hacer dos cosas. Primero decir una verdad absoluta, algo que nunca pondrían en duda.
Con esta imagen fresca, Tauro deberá poner a prueba su capacidad de crítica y buscar fallas en la lógica de lo dicho, pensar que lo dice alguien más y poner a prueba ese asidero con lo mejor que tienen: la capacidad para cuestionar lo que dice alguien más.
Una vez hayan hecho esto varias veces, Tauro volverá a encontrarse con su verdadero yo.
Géminis, los enamorados
La carta de los gemelos representa la característica más importante de este signo: la dualidad. El signo más conectado con la fuerza del yin y el yang, la eterna lucha de la oscuridad y la luz.
El peor escenario para un Géminis, tanto como para los enamorados, es el desequilibrio, que una de las fuerzas internas predomino por sobre la otra. Lamentablemente, la desconexión a la que nos obliga la vida moderna hace que la mayoría de los nativos de este signo pase constantemente por este estado.
Para este signo, el ritual necesitará de varios elementos más que los anteriores. Es que deberán fabricar una balanza con una madera o superficie plana y palo de amasar o cualquier otro elemento cilíndrico. Lo que Géminis debe hacer es buscar piedras o aun mejor cristales y comenzar a ubicar uno de cada lado. Pero no es un reparto azaroso, sino que cada vez que coloque un objeto (insistimos en la opción de cristales naturales), cada uno representará un sentimiento y deberá ir acompañado con su opuesto. De esta manera, si empieza por ejemplo con "amor", del otro ubicará "odio". Observa atentamente qué piedra o cristal elegiste, ¿se equilibran? ¿uno es más llamativo que el otro?. Al final todo debe quedar igualado y para eso deberás buscar en tu interior cuáles son las emociones que no vienen fácilmente a tu mente para equilibrar tu balanza espiritual.