La decisión de las autoridades de 16 Centros científico-tecnológicos del Conicet de hacer pública una solicitada para apoyar a Sergio Massa en el balotaje, con fuertes críticas a Javier Milei, generó un gran ruido interno en el organismo científico. Una situación que rápidamente hizo recordar a lo acontecido entre los preuniversitarios egresados sanjuaninos, donde en un primer momento se viralizó un supuesto comunicado que aglutinaba a todos, pero que posteriormente fue desmentido por agrupaciones de exalumnos de estos establecimientos educativos.
En ese texto, publicado en el sitio oficial del Conicet, se afirma que “las propuestas de uno de los candidatos y de sus aliados apuntan a desarmar los principios básicos sobre los cuales se funda nuestra democracia”. Y agrega: “ Desde aquí queremos reivindicar la defensa sin condicionamientos de la educación pública y gratuita, la cultura y los derechos humanos”.
Entre otras cosas, dicen que “la propuesta de un país sin Conicet, sin universidades públicas, sin escuelas ni hospitales estatales, nos interpela sobre el rol que cumplimos como sector científico, y desde el papel que tiene el conocimiento en el desarrollo de nuestro país”. Y concluye: “Por eso nos pronunciamos por Sergio Tomás Massa como presidente de la Nación”.
Este lunes por la noche llegó la respuesta que profundiza la grieta dentro del Conicet. Más de 150 científicos firmaron otra solicitada. “La progresiva politización del Conicet lleva décadas. Pero la decisión de un reducido grupo de 'autoridades' de fijar una posición oficial a favor de un candidato es un acto sin precedentes que revela una mentalidad autoritaria y profundamente antipluralista”, afirman.
Los científicos disidentes agregan que “el Conicet es una institución diversa, cuyos investigadores suscriben posiciones ideológicas, políticas y partidarias muy variadas y ninguna autoridad tiene derecho a cancelarlas ni invisibilizarlas pretendiendo instalar un falso clima de unanimidad”.
Entre los que suscriben figuran Sandra Pitta Alvarez, investigadora independiente del Conicet; Julio Montero, investigador adjunto; Ricardo Gil-Hutton, investigador principal; Pedro Lamberti, profesor titular de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador principal del Conicet; Darien Prado, investigador independiente del Conicet y profesor titular de la Universidad Nacional de Rosario; y Juan Carlos Calvo, investigador principal ad honorem de Ibyme-Conicet.
El conjunto está integrado por investigadores de carrera, becarios y académicos de todo el país y del exterior. “Nos vemos en la necesidad de aclarar a la sociedad que este comunicado -el publicado en el sitio oficial- no nos representa. Insistimos también en que son precisamente estas actitudes las que más dañan el prestigio del Conicet, abonando la tesis que los investigadores no trabajamos para desarrollar la ciencia sino para defender intereses corporativos, ideológicos o partidarios”, afirman.
Por último, dicen que “en tiempos en que el valor y la financiación pública de la ciencia están siendo cuestionados, la mejor manera de defender a las instituciones científicas es respetar sus objetivos fundacionales -es decir, investigar, innovar y contribuir al desarrollo de nuestro país, no librar batallas ideológicas al servicio de un partido o un candidato-. Negar este principio equivale a privatizar un organismo que nos pertenece a todos y revela una concepción profundamente distorsionada de esa democracia que se dice defender”.
Cabe recordar que, tras ganar las PASO, Milei ratificó sus manifestaciones críticas hacia el Conicet por el calibre de determinadas investigaciones que allí se realizan y en ese contexto manifestó su intención de cerrar el organismo para reconvertirlo en otro tipo de agencia científica financiada por el sector privado.
Fue entonces que la presidenta del Conicet, Ana Franchi, le salió al cruce: “Privatizar el Conicet no tiene ningún sentido, los grandes desarrollos tecnológicos se realizan desde el Estado". Y vislumbró que si eso llegara a ocurrir "los investigadores tomarán el camino de Ezeiza nuevamente”.
FUENTE: Clarín