La hipergamia es la tendencia a elegir parejas con un estatus social, económico o cultural superior al propio. Tradicionalmente, se vinculaba con estructuras jerárquicas en las que el hombre ocupaba la posición de poder dentro de la pareja. Sin embargo, los cambios sociales, el empoderamiento femenino y las nuevas tecnologías han transformado su significado y su influencia en las relaciones contemporáneas.
De la tradición a la modernidad
Históricamente, la hipergamia era una práctica socialmente avalada: las mujeres dependían económicamente de sus parejas y la búsqueda de un “buen matrimonio” aseguraba estabilidad y futuro. Frases populares como “billetera mata galán” reflejan este fenómeno, en el que el estatus económico y social del hombre determinaba la elección de pareja.
Hoy, la hipergamia se resignifica. Mujeres y hombres buscan vínculos basados en compatibilidad de valores y metas, más que únicamente en la posición económica. Como explica Sabina Alcarraz, psicóloga clínica y psicoterapeuta: “La mujer moderna es autosustentable, disfruta de su profesión y puede solventarse económicamente. Sin embargo, sigue habiendo quienes buscan parejas con estatus superior, no solo por dinero, sino también por nivel cultural, social o intelectual”.
Hipergamia y tecnología
El auge de las aplicaciones de citas ha modificado la forma de vincularse, permitiendo que las personas expresen de manera explícita sus expectativas sobre la pareja, incluyendo factores socioeconómicos o culturales. Estas plataformas han ayudado a desmontar parte del estigma que rodeaba a la hipergamia, mostrando que la elección de pareja puede combinar componentes emocionales y aspiraciones sociales o económicas.
No obstante, Alcarraz señala que la dinámica en las apps puede favorecer vínculos más efímeros e instantáneos, con situaciones como el ghosting y la falta de continuidad en las conexiones. Por eso, para quienes buscan pareja activamente, es clave autoconocerse, definir preferencias y límites, y mantener expectativas realistas sobre la búsqueda afectiva.
La hipergamia hoy
En la actualidad, la hipergamia no desaparece, pero se transforma:
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Ya no depende exclusivamente del poder económico de un miembro de la pareja.
Se vincula también con la afinidad de valores, metas compartidas y enriquecimiento mutuo.
Su práctica se adapta a contextos sociales, culturales y tecnológicos contemporáneos.
“La hipergamia moderna consiste en elegir pareja desde un lugar de autoconocimiento y empoderamiento, priorizando compatibilidad y crecimiento conjunto”, concluye la especialista.