El Ministerio de Exteriores de China advirtió a Estados Unidos que resulta imposible defender al mismo tiempo los conceptos de la independencia de Taiwán y la paz en la región, según una declaración formulada después de que el gigante asiático promulgara sanciones contra tres empresas estadounidenses y diez altos cargos de compañías de la industria de defensa en respuesta a la venta de armamento al Gobierno de la isla.
“La independencia de Taiwán y la paz en el estrecho (de Taiwán) son conceptos incompatibles como el agua y el fuego”, alertó la portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, sobre la decisión adoptada ayer por su cartera.
Las empresas sancionadas con Edge Autonomous Operations, Huntington Ingalls Industries y Skydio, a las que Beijing acusa de “socavar la soberanía y la integridad de China”. “Se congelarán sus bienes muebles e inmuebles y otros tipos de bienes dentro del territorio. Tendrán prohibido participar en transacciones relevantes, cooperación y otras actividades”, apuntó.
Asimismo, especificó que entre los diez individuos sancionados se encuentra Steven Rudder, fundador de Rcoker Rudder; James Ickes, vicepresidente de Sierra Nevada Corporation; David Sutton, director de Lockheed Martin en Asia; Patrick Jankowski, director de programas para el Indo-Pacífico de Northrop Grumman; y Josh Brungart, director de operaciones de Edge Autonomous Operations.
La portavoz aseguró además que cualquier intento por parte de Taiwán de enfrentarse por las armas contra las ambiciones soberanistas de Beijing sobre la isla estará abocado al fracaso absoluto. “Como una mantis bajo las ruedas de un carro”, expresó la portavoz, antes de reprochar la insistencia de EEUU en entregar armas a Taiwán en una postura que “solo empujará” a la isla a “un escenario de guerra y peligro”, en una rueda de prensa recogida por el diario estatal chino Global Times.
Por otra parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió este viernes a China sobre cualquier “provocación” con respecto a Taiwán, al día siguiente de que Beijing amenazara a la isla en reacción a un discurso del presidente taiwanés.
El presidente taiwanés Lai Ching-te se comprometió el jueves a “resistir a la anexión” de la isla, a la que China considera parte integrante de su territorio.
Beijing reaccionó rápidamente a sus declaraciones, afirmando que las “provocaciones” del dirigente taiwanés causarían un “desastre” para su pueblo.
Blinken, que calificó el discurso del presidente taiwanés de “ejercicio habitual”, aseguró desde Laos, donde asiste a una cumbre regional, que “China no debe en ningún caso utilizarlo como un pretexto para llevar a cabo acciones provocadoras”.
“Al contrario, queremos reforzar, y muchos otros países quieren reforzar, el imperativo de preservar el statu quo y el hecho de que ninguna de las partes adopten medidas susceptibles de comprometerlo”, agregó. “El mundo entero tiene interés en mantener la paz y la estabilidad, en preservar el statu quo, en evitar cualquier conflicto susceptible de perturbar elementos fundamentales para la economía mundial”, precisó.
China intensificó su presión militar y política sobre Taiwán en los últimos años y nunca renunció a emplear la fuerza militar para recuperar el control de la isla.
Washington reconoce a Beijing como poder legítimo desde 1979, en detrimento de Taipéi, pero sigue siendo el aliado más poderoso de Taiwán y su principal proveedor de armas.
EFE y EuropaPress