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SUSCRIBITEUn organismo nacional concluyó que empeoró la sequía en la zona de Cuyo, principalmente en San Juan. Los detalles.
Los productores ganaderos de San Juan atribuyen al uso de cañones rompetormentas la falta de lluvias que esta afectando la provision de pasturas al ganado.
La oficina que monitorea las sequias meteorológicas y agropecuarias de Argentina evaluó la situación hídrica el mes pasado en diferentes áreas del país, y la zona de Cuyo, y particularmente San Juan; entraron en zona roja. Las lluvias escasas combinadas con una ola de calor inédita por lo extensa y extrema causaron que la provincia de San Juan sea una de las zonas donde se agravó la sequía, al punto de entrar en el nivel “severo”, según publicó la Red GIRCYT.
Este organismo nacional que está compuesto por una mesa interinstitucional de especialistas y se basa en varias fuentes de datos, evaluó las condiciones de sequía en todo el territorio nacional. El instituto midió tanto el déficit de precipitación de agua en la atmósfera (sequia meteorológica), como el déficit de humedad en el suelo (sequia agrícola) en todo el país.
La zona donde más empeoró es en el centro y este de San Juan, y el oeste de La Rioja, causando problemas productivos de abastecimiento de agua para el ganado e incremento de la mortandad. También se han agravado las condiciones para riego y el estado de forraje en el secano. El fenómeno critico lleva una duración de 8 meses.
En el informe de febrero, el GIRCYT concluyó que hay “un fuerte incremento del área en sequía” en el país, y que aumentó en más de 60 millones de hectáreas las áreas afectadas. De ellas se destacan más de 4 millones de hectáreas en categoría severa en Cuyo. En la región, la zona más afectada es San Juan. “Esto se debió a la combinación de falta de lluvias y una intensa ola de calor que afectó a gran parte de Argentina”, señaló el documento.
El documento contempla que en total hay 152.544.183 de hectáreas afectadas por la sequía en Argentina, con 41.955 ha de Cultivos y un Stock Bovino de 2.353.742 cabezas.
La Red de Organismos Científico Técnicos para la Gestión del Riesgo de Desastres -GIRCYT- nació en el año 2016, a través de la Ley 27.287 que creó el Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil (SINAGIR) bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
La primera quincena de enero se presentó lluviosa con varios eventos de tormentas fuertes, granizo y fuertes vientos en parte del centro y norte argentino. En la segunda parte del mes una situación de bloqueo atmosférico muy persistente contrastó con la señal típica de un Niño fuerte en verano provocando el desarrollo de una ola de calor intensa sobre el centro y sur del país de muy lento desplazamiento. Dentro de este bloqueo se inhibieron las lluvias en gran parte del país promoviendo que retornen los déficits en la Zona Núcleo, Norte, NOA y Patagonia.
Los promedios regionales muestran un secamiento de los suelos en todo el país. Desde mediados del mes de enero los perfiles de los suelos en la región Norte, Litoral y Central disminuyeron su contenido hídrico. En tanto, la región pampeana mostró un secamiento progresivo durante todo el mes de enero afectando las reservas para cultivos de verano, principalmente soja y maíces tardíos. En Cuyo y el oeste de la Patagonia se observaron diferentes índices que muestran el agravamiento y severidad de las condiciones de sequía.
Los índices de vegetación evidencian condiciones negativas para la cobertura vegetal en el centro-oeste del país y en el norte, afectando a Chaco, Formosa y porciones de Santiago del Estero y este de Salta. También se observa mayor cantidad de pixeles con valores inferiores al promedio en el centro de la provincia de Buenos Aires. En la Patagonia se identifican importantes anomalías negativas en el extremo sur de Santa Cruz.
Los principales ríos de la cuenca del Plata se encuentran con tendencia descendente. Distintos puertos, tanto sobre el Iguazú como del Paraguay y el río Paraná muestran valores por debajo del nivel de aguas bajas.
La combinación de altas temperaturas y falta de lluvias generó impacto en los cultivos de verano, así como en el estado de las pasturas naturales e implantadas en diferentes puntos del país. En La Rioja y Valle Fértil en San Juan, la actividad ganadera se vio severamente afectada en el estado de los rodeos, la falta de forraje y de bebida adecuada para los animales. La sequía también está generando problemas de abastecimiento de agua para la población rural.
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