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¿Qué piensan los agricultores sanjuaninos sobre regar con efluentes cloacales tratados?

San Juan ayer aprobó la ley que permite el uso para regar los cultivos. Ahora falta saber si los productores se plegarán al sistema.

Por Elizabeth Pérez

En medio de la crisis hídrica que se atraviesa, la provincia de San Juan dio un paso clave al aprobar esta semana la ley que permite el aprovechamiento de los efluentes provenientes de redes cloacales previamente tratados para su uso agrícola. Este recurso ya es aprovechado en otras partes del mundo, incluso aquí cerca en Mendoza, pero nunca había pasado de ser un deseo en San Juan.

Pero su uso es voluntario, y quienes deben incorporarlo en el agro sanjuanino son los propios productores. Tiempo de San Juan consultó en las principales cámaras del campo local, y en general hay buena aceptación, s los cultivos no llegan directo a la mesa.

En la Asociación de Viñateros Independientes (AVI), lo ven viable. “El agua cloacal a la salida de las plantas de tratamiento, no hay ningún problema en usarla para regar cultivos permanentes como la vid, olivos, pistachos o frutales. En el tratamiento se produce la degradación de la materia orgánica que es el principal contenido del líquido cloacal”, opinó su titular, Juan José Ramos.

En esa entidad no lo consideran aconsejable para la horticultura porque hay un contacto directo con el producto. “Una falla en la planta de tratamiento podría ocasionar que algún microorganismo peligroso para la salud tome contacto con el producto”, advirtió. El dirigente recordó que el guano de cabra, gallina, cerdo y vacunos “ha sido y sigue siendo uno de los abonos más usado en la agricultura”, aunque advirtió que el SENASA ha impuesto limitaciones para su uso en algunos cultivos.

Ramos agregó que es difícil también que el agua cloacal a la salida del tratamiento tenga metales pesados, aceites, grasas u otros componentes peligrosos para la salud, porque Obras Sanitarias exige tratamiento previo a las industrias para volcar sus efluentes al sistema cloacal.

El desconocimiento del proyecto hace dudar a otros referentes del campo. Por ejemplo, el viñatero Eduardo Garcés, titular deslizó que sabe que en muchas partes del mundo se hace, pero no ocultó cierta desconfianza a la purificación que se le haga al agua residual en San Juan. “Lo más complicado serían las verduras de hoja porque si el agua está contaminada se transmite a la planta, pero también hoy el agua de riego de los canales está contaminada con Escherichia Coli y lo mismo se utiliza”, advirtió quien preside la Junta de Riego de Chimbas y la Federación de Viñateros. “Lo ideal sería usarla solo para regar bosques, y esas cosas que no se comen”, concluyó.

Por último, Pablo Martín, desde la Mesa Vitivinícola; confesó que no conoce el proyecto, pero le cae bien la idea. “Este tipo de reutilización de aguas cloacales se usa en todos los lugares del mundo, así es que en principio opino que debe ser algo positivo”, dijo. Agregó que al ser el agua un recurso tan escaso, “por lo menos a esos líquidos hay que darle algún uso. Si no es agrícola, algo forestal”.

Que dice la ley

  • La Legislatura Provincial promulgó esta semana la ley que se orienta al aprovechamiento y valorización de los efluentes provenientes de redes cloacales previamente tratados (ECT) para su uso agrícola. Se trata de un recurso considerado bien de dominio público del Estado provincial que hasta el momento no se utilizaba. Los ECT se obtendrán de las Plantas de Tratamiento de Líquidos Cloacales y podrá utilizarse en Áreas de Cultivos Restringidos (ACRE) en todo San Juan.
  • Esta ley tiene por finalidad favorecer la conservación del ambiente sano y el manejo ecosistémico de los efluentes, fortalecer la vinculación del ordenamiento territorial y uso de los ECT y eficientizar la función social, ambiental y económica del recurso hídrico.
  • La autoridad de aplicación de esta normativa será la Dirección General del Departamento Hidráulica y tendrá por misión establecer el reglamento técnico de funcionamiento de las ACRE. Previo informe del Ministerio de Producción y Desarrollo Económico, se definirán métodos de riego, cantidad de hectáreas a cultivar, esquema de demanda hídrica, momentos de entrega y tipo de cultivos que podrán adoptarse. La dotación se fijará en función de la superficie cultivada y se definirán los momentos de entrega. Entre las tierras comprendidas en las ACRE se encontrarán parcelas que actualmente no tienen derechos de riego, de esta forma se podrá utilizar este recurso para irrigarlas y cultivar, fundamentalmente especies forrajeras y madereras, según los parámetros fisicoquímicos de calidad de los ECT. Su uso será voluntario y deberán solicitarse permiso o concesión según corresponda, cumpliendo una serie de requisitos que controlará la autoridad de aplicación.
  • También podrán utilizarse los ECT para el riego de forestaciones y arbolados públicos realizados por entidades públicas, para lo que se deberá adoptar un acuerdo específico.
  • Los ECT no se conducirán por la red de riego sino que se utilizará una red especial. Para ello se está trabajando en los proyectos técnicos del diseño de la obra y se prevé comenzar por la Planta de Cerrillo Barboza. Esto también dinamizará la obra pública asociada a la gestión hídrica, ya que sin descuidar los proyectos en curso para la modernización de la red de riego, se sumarán nuevas obras para el aprovechamiento de este recurso.
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