Un informe lo confirmó. La falta de plomeros de 18 y 25 años genera dolores de cabeza en el país. Un estudio realizado por la empresa de construcción e infraestructura Amanco Wavin afirmó que es ínfima la cantidad de jóvenes de dicho rango etario que ejercen este trabajo. Esta preocupación se traslada a otros oficios, y San Juan no quedó ajeno. Especialistas de diferentes rubros despejaron dudas sobre el panorama actual y respondieron: ¿hay menos jóvenes que se ponen el overol?
Tiempo de San Juan dialogó con referentes en plomería, gas, electricidad, albañilería, costura y repostería. Pese al gran abanico de respuestas, afirmaron que las urgentes necesidades económicas primaron en los jóvenes para comenzar en los oficios. Además, hablaron sobre el dinero que ganan por día.
“Hay un incentivo sobre la cultura del no trabajo”, manifestó Horacio Correa, presidente de AISAGA -Asociación Instaladores Sanitarias, Agua Gas y Afines-. Contó que no registraron un número elevado de aspirantes durante los últimos años. También habló sobre el poco interés de los jóvenes para especializarse en el rubro. Manifestó que prefieren trabajar como ayudantes y son esquivos a los trabajos gruesos. “No son detallistas ni interesados en aprender las cosas más difíciles”, continuó. Por este motivo, los plomeros y gasistas deberán aprovechar la escasa oferta que avizoran en un futuro no tan lejano.
Mismo panorama advirtieron los electricistas. Año tras año es más difícil contar con jóvenes, según expresaron referentes del rubro. Contaron diferentes motivos, pero los principales son las inasistencias o tardanzas para trabajos programados a primera hora de la mañana durante los fines de semana. “Preferimos no contratarlos y trabajar con gente de más experiencia. Son mucho más responsables”, aseguraron desde una empresa.
La tendencia se repite en la costura. El oficio no despierta interés en las más jovencitas y las aspirantes -que superan los 25 años en la mayoría de los casos- deciden hacer arreglos antes que ser modistas, afirmaron. Además, los altos costos de estudio y elementos de trabajo provocan una gran desventaja. Pero advirtieron que son varias las jóvenes que toman al oficio como una fuente de ingreso extra cuando la necesidad económica ataca con mayor fuerza.
Las dos excepciones a la regla
La respuesta es totalmente inversa cuando se interrogó a los albañiles. Son más los jóvenes que se dedican a este empleo. “Es lo más fácil y rápido para conseguir un trabajo y aprender”, afirmaron. En la mayoría de los casos complementan este oficio y los estudios, principalmente del Nivel Secundario. Aunque muchos deciden dejar la escuela y abocarse a la albañilería, como hecho desalentador.
Por último, cada vez hay más jóvenes que se dedican a la repostería. Hay dos motivos específicos. Se inclinan por este rubro por gusto y también por la necesidad económica. En muchos casos lo tienen como un trabajo extra.
Cuánto ganan por día
Un gasista matriculado gana cerca de 30 mil pesos por jornada, según expresó el presidente de AISAGA. Similares valores adquiere un plomero, y un poco más para un soldador. Este último obtiene entre 35 y 40 mil pesos por día.
El sueldo diario de un electricista oscila entre los 20 y 25 mil pesos. En el caso de los ayudantes ronda entre los 15 y 20 mil pesos.
Menor es el sueldo para los albañiles. El piso por día es de $7.000 y llegan hasta los $15.000.
Las costureras obtienen entre 5 y 7 mil pesos por arreglo. “Con tres camperas saqué $10.000”, expresó una referente del rubro. Advirtieron que es más difícil vivir de este oficio.
Con respecto a las reposteras, aseguraron que alcanzan un sueldo básico con el promedio de ganancias. Aprovechan fechas comerciales como el Día de la Madre y del Padre, y quienes obtienen mayor dinero son aquellas que se dedican a la venta de tortas.
El estudio nacional
Según Amanco Wavin, la mayoría de plomeros tiene entre los 46 y 55 años, representando el 41% de la torta. En segundo lugar aparecen entre los 36 y 45 (24,7%) y luego entre los 26 y 35 (13,4%).
Hay cuatro razones detrás de esta escasez de trabajadores:
Falta de incentivos: La plomería es un oficio que suele ser mal remunerado y poco valorado socialmente. Esto desincentiva a las nuevas generaciones a elegir esta carrera.
Condiciones de trabajo: El trabajo del plomero puede ser duro, sucio e incluso peligroso. Además, suele implicar horarios irregulares y trabajar en condiciones incómodas.
Falta de formación: No existe una matrícula nacional de plomeros en Argentina, lo que significa que no hay una regulación clara de la formación y capacitación requeridas para ejercer el oficio. Esto deriva en una gran disparidad en la calidad de los servicios prestados.
Envejecimiento de la población de plomeros: La mayoría de los plomeros en Argentina se encuentran entre los 46 y 55 años. Esto significa que en los próximos años habrá una gran cantidad de jubilaciones y se necesitará una nueva generación de plomeros para cubrir la demanda.