Con el objetivo de sostener el precio del dólar, al menos hasta las elecciones, el Gobierno nacional anunció al inicio de esta semana la eliminación de las retenciones de todos los granos y carnes bovinas y avícolas hasta el 31 de octubre de este año o hasta obtener 7.000 millones de dólares. Esta medida, además de tener un impacto en la economía nacional, también lo tendrá en los mercados externos e internos, lo que podría traducirse en la incidencia de los precios en las góndolas de San Juan.
Ante esto, representantes de distintos sectores brindaron sus análisis en torno a lo que podría pasar con los precios. Si bien es pronto para tener medido un impacto real, no es la primera vez que en Argentina se adopta la quita o reducción de retenciones para acelerar el ingreso de divisas que engrosen las reservas del Banco Central.
En lo que respecta a los granos, la medida alcanza a las exportaciones de soja, trigo, girasol, maíz, cebada, sorgo y biodiesel. También derivados como harina y aceite de soja, maíz y girasol. A nivel nacional representantes de distintos sectores no descartaron que estos productos incrementen sus costos, y no hay que olvidar que tanto el maíz, en conjunto a los subproductos de soja son la base de la alimentación de vacas, cerdos y pollos, encareciendo la cadena productiva.
Pese a ello, empresarios sanjuaninos aseguraron que el incremento no se podrá trasladar al consumidor final. Y es acá donde entra en juego el “libre comercio”.
Así lo explicó Claudio Silva, propietario de Frigorífico Iñaki y empresario del sector supermercados. “Puede haber una variación de algunas marcas líderes de hasta el 5%, pero no en todas. Además, hay otra práctica que se ve mucho ahora, que es distinta a cuando vivíamos con la inflación elevada, que era maquillar todo con la excusa de la inflación. Ahora puedo cobrar lo que quiera, pero el problema es que no vendo porque la gente busca precios. Aprenden los consumidores a comprar y se fomenta la libre competencia, el libre precio es por oferta – demanda”.
Para Silva, en la teoría, al no haber retenciones el precio tendría que bajar en el mercado interno, pero aun es pronto para saber si ese será el impacto real. Un detalle a no perder de vista es que durante la semana pasada hubo algunas líneas y marcas que incrementaron sus precios en productos como harinas y aceites, tras la suba del dólar tanto oficial como blue. Pese a la baja de la divisa que se registra esa semana, no se refleja lo mismo en las góndolas, y para los empresarios es en esa instancia donde se acomodarán los precios.
“De nuestra parte no habrá traslado a los precios”, aseguró a Tiempo de San Juan Fernando Navas, productor local de huevos. Y continuó: “Hace mucho quitaron parte de las retenciones y para nosotros los precios aumentaron. En esta ocasión vuelve a pasar lo mismo, pero hoy en día hablamos de un libre mercado donde el precio está atado por la oferta y demanda, y en este momento están equilibrada”.
Del mismo modo se expresó otro representante del sector de la carne bovina, quien en off aseguró a este medio que desde marzo hasta la fecha la carne tuvo un incremento acumulado promedio del 6%, y que un incremento en el mismo orden lo único que desencadenaría es una caída más profunda en el consumo, un lujo que desde el sector no se pueden dar. “Debido al bajo consumo, las subas no son como deberían ser en base a la quita de retenciones y aumento de exportaciones”, precisó el empresario local.
Para el especialista en economía Mariano Cáceres, la quita de las retenciones sí tendrá un impacto negativo en los precios de los alimentos derivados, llevando a que los mismos se incrementen. “No hay que olvidar que hay que competir con el precio internacional. Si bien la soja no es algo que se coma a diario, los pollos y cerdos son animales que consumen estos granos para su alimentación, y ahí es donde podría verse el impacto”.
Basados en la historia del país, cada vez que se aplicó reducción en las retenciones hubo un encarecimiento en los productos, pero en la actualidad hay varios factores a tener en cuenta.
Por un lado, la medida es limitada, ya que es hasta finales de octubre, por lo que será solo un mes y algunos días de implementación real. Por el otro, el Gobierno nacional hará los mayores esfuerzos por contener los aumentos de precios (en el caso de haberlos), ya que en la previa electoral seguramente que lo que menos pretende el equipo económico de Javier Milei es que una inflación elevada se traduzca en votos negativos en las urnas.
A eso se suma la actitud de los empresarios que han demostrado no estar en sintonía con los especuladores. Un reflejo de ello fue cuando los supermercadistas de San Juan y todo el país decidieron rechazar las subas desmedidas que habían hecho fábricas nacionales de alimentos en medio de especulaciones.
Además, se encuentra la pérdida del poder adquisitivo que se refleja en una caída del consumo. Así lo aseguró días atrás el supermercadista local Carlos Icazati en diálogo con este medio, por lo que una suba abrupta de precios solo termina complicando más a un sector que presenta números delicados mes a mes.
Al menos los empresarios locales esperan que los precios no se disparen, pero todo dependerá de las remarcaciones que presenten las listas de precios en las próximas semanas, lo que permitirá una lectura más concreta de la realidad de las góndolas sanjuaninas.