La decisión del gobierno nacional de eliminar las retenciones a la exportación de granos hasta el 31 de octubre ha generado una controversia inmediata en las provincias agroexportadoras y el sector productivo. Si bien la medida fue reconocida como una noticia positiva y un reclamo de años, tanto dirigentes rurales como gobernadores provinciales manifestaron su descontento por la temporalidad de la acción, considerándola insuficiente y carente de previsibilidad.
El Ejecutivo planea hacerse de unos U$S7000 millones en medio de las turbulencias cambiarias y con vistas a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
El Campo: "Lo transitorio no da respuesta"
Las cuatro entidades de la mesa de enlace (CRA, SRA, FAA y Coninagro) se reunieron con funcionarios del gobierno, incluyendo al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, tras el anuncio de las "retenciones cero". El titular de la SRA, Nicolás Pino, confirmó que en el encuentro se les puso al tanto de la decisión, la cual se había definido en horas de la madrugada. Además de los granos, la medida se extiende a la carne bovina y el pollo.
A pesar de reconocer que es la primera vez que un Gobierno decide bajar impuestos en un momento difícil, la propuesta unánime de los dirigentes fue la necesidad de que las medidas sean permanentes. Andrea Sarnari, de la Federación Agraria, señaló que “lo transitorio para el sector sigue sin dar respuesta a la previsibilidad necesaria para desarrollarnos y para invertir”.
Nicolás Pino cruzó mensajes con el presidente Javier Milei, solicitándole que la medida se decida de manera permanente, a lo que el mandatario respondió que espera que la baja de impuestos pueda ocurrir lo más rápido posible. El titular de la CRA, Carlos Castignani, reconoció estar sorprendido por la decisión, aunque admitió que “Quizás los motivos que han llevado a tomar esta medida sean otros”.
Gobernadores tachan la medida de "electoralista"
La crítica más dura provino de la región centro, donde gobernadores y vicegobernadores coincidieron en que la fecha de vencimiento de la medida genera incertidumbre en el sector.
Desde Santa Fe, el gobernador Maximiliano Pullaro insistió en que la eliminación de las retenciones debe hacerse “por convicción”, implementando políticas que beneficien genuinamente a los productores. Argumentó que la medida no debe responder a fines electorales, ni a la necesidad de sostener el tipo de cambio o financiar la fuga de capitales.
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Su vicegobernadora, Gisela Scaglia, se sumó a los cuestionamientos, calificando la decisión de “insuficiente” y “electoralista”. Scaglia comparó la medida con un “plan platita con el campo”, y expresó: “Nos duele la falta de previsibilidad”.
En Córdoba, el gobernador Martín Llaryora advirtió que la medida no debe ser una “especulación financiera o electoral”. Llaryora reafirmó que el campo es crucial para el desarrollo bajo la premisa “es con el campo, no contra el campo”. El mandatario cordobés reclamó un plan productivo integral que impulse la inversión, el empleo y dinamice las economías regionales de forma sostenida.
En resumen, los mandatarios provinciales expresaron su preocupación por la falta de un plan estratégico que trascienda la coyuntura electoral, mientras que el sector agropecuario exige la permanencia de la medida para garantizar la estabilidad necesaria para invertir.