Después de una semana y tras estar casi tres meses con las puertas cerradas, los restaurantes, cafés y bares de San Juan pudieron abrir sus puertas al público. ¿Pero a quien le fue mejor? ¿Qué prefirió el público sanjuanino después de la esperada apertura?
Según informó el presidente de la Cámara de Gastronómicos en la provincia, Luis Tallara, "los que mejor se vieron beneficiados fueron los bares, cafés y las lomotecas, en cambio los que menos gente juntaron fueron los restaurantes", afirmó.
Y agregó que "el principal problema de los más afectados es porque la capacidad de los salones se vio reducida en un 40%, por lo que muchos restaurantes se vieron obligados a cerrar", sostuvo Tallara.
En cuanto a preferencias, "los bares fueron los más elegidos, en especial las cervecerías donde más gente se volcó". Pero en el ámbito de los restaurantes, "la actividad ha sido la más afectada, tengamos en cuenta que muchos socios y no socios están en la encrucijada de abrir y no hacerlo. El problema es que si deciden abrir, pueden perder las ayudas financieras que otorga el gobierno, en tanto que si abren se arriesgan a no ser rentables, por eso hubo algunos bares que cerraron", afirmó señalando el cierre de clásicos como Freud y La Pausa que bajaron la persiana la semana pasada.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la atención no fue la misma de siempre, sino que estuvo y estará atada a una serie de normas establecidas dentro del protocolo sanitario, para garantizar la seguridad higiénica tanto de clientes como de empleados.
Lo más importante a tener en cuenta dentro de esta “nueva normalidad” es que para poder acceder a un local, el consumidor deberá gestionar previamente una reserva y tendrá un lapso de tiempo para consumir.
Además, se debió ingresar a los establecimientos con tapabocas y dejarlos de usar sólo al momento de consumir los alimentos. Pero si uno tiene que ir al baño o algo semejante, tiene que volver a colocarse el tapaboca.