“Mi participación en el Ironman 70.3 fue muy loca”, confesó Eduardo Cerimedo, apenas 24 horas después de haber completado una de las competencias más exigentes del triatlón mundial. Funcionario de la Secretaría de Deportes y pieza clave en el armado del circuito y la organización del evento, este domingo pudo volver a un viejo amor: el triatlón, esta vez no solo como organizador, sino también como atleta.
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No era su primera vez. Ya había disputado el Ironman 70.3 fuera del país e incluso estuvo la edición 2021 que se realizó en la provincia. En su espalda hay más de 35 participaciones y dos mundiales representando a Argentina. Su regreso se dio en medio de sus funciones como subsecretario de Alto Rendimiento, siendo una pieza clave para que San Juan volviera a ser sede del evento.
"La verdad es que no estaba en condiciones de participar. Había entrenado muy poco: uno o dos estímulos semanales de bici, uno de natación y, con suerte, uno de trote. Además, tuve un accidente y me esguincé el dedo gordo, lo que me impidió correr durante casi 15 días. Después se me contracturó el sóleo y estuve otros 20 días sin poder trotar. Todo eso, sumado al cansancio del día a día, la organización de la expo y todo lo que implicó el evento… estuve muchas horas parado, desde la mañana hasta la noche", contó.
Aun así, ya estaba inscripto y tenía una motivación especial: quería vivir desde adentro una carrera que él mismo ayudó a diseñar junto al equipo de Ironman. “Necesitaba experimentarla como deportista para poder mejorarla. Muchos me decían que estaba loco, que no iba a poder terminarla. Pero lo logré. De hecho, le gané una cena a un amigo”, bromeó.
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Cerimedo arrancó la competencia en el Dique Punta Negra, cumpliendo con los 1,9 kilómetros de natación en aguas abiertas. Luego recorrió 90 kilómetros en bicicleta desde Ullum hasta la Ciudad de San Juan, y finalizó con los 21 kilómetros de trote, aunque reconoce que por momentos tuvo que caminar. “Salí muy bien del agua, hice un buen tiempo. Siempre fue lo que menos me costó. Un amigo me prestó una rueda tapada para la bici y eso me ayudó bastante. En la tercera etapa fui mentalizado a sufrir. Me costó agarrar ritmo, por momentos pensé en abandonar, pero el aliento de la gente fue clave, un verdadero empuje”, relató.
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Completó el Ironman 70.3 en poco más de seis horas. "Se terminó como se pudo. Estoy adolorido y cansado, pero feliz. Fue una semana fantástica", resumió.
Más allá del logro personal, lo que más lo llena de orgullo es que San Juan haya estado a la altura de un evento deportivo de talla internacional: “Desde la Secretaría de Deportes hemos hecho algo increíble. Subimos la vara respecto al año pasado. La gente de Estados Unidos se fue maravillada y se vienen cosas lindas para San Juan. Eso me pone aún más contento”.