La pasión por la velocidad no entiende de edades ni fronteras. Y en San Juan, una niña de 9 años continúa escribiendo su propia historia. Se trata de María Catalina Rodríguez, quien este fin de semana representó a la provincia y a la Argentina en la Copa FIM Latinoamericana de Minicross, desarrollada en la ciudad de Rivera, Uruguay.
La competencia reunió a las principales promesas del continente en las categorías 50cc, 65cc y 85cc, bajo la organización de la Federación Uruguaya de Motociclismo y el aval de la Federación Internacional de Motociclismo para Latinoamérica (FIM LATAM). En este exigente escenario, Catalina dejó una huella imborrable en su primera experiencia internacional.
Una clasificación soñada
El viernes 20 de septiembre se llevó adelante la primera práctica libre y la clasificación en la pista riverense. A pesar de las dificultades que planteó la lluvia, que dejó el circuito con mucho barro y condiciones extremas, la pequeña sanjuanina se mostró sólida desde el inicio.
Con un tiempo de 1:48.546, Catalina fue la más veloz entre todos los participantes de la categoría 50cc B, superando al brasileño Enzo Wiebelling y al costarricense Samuel Jara Saroba. Esa actuación le permitió largar con la confianza de saber que estaba a la altura de los mejores.
“Clasifiqué primera, pero me costó mucho la pista porque estaba muy barrosa”, contó la piloto a ALMATEUR, repasando lo que fue una jornada clave para abrir su camino en el certamen.
Entre caídas y aprendizajes
El sábado, en la primera manga, Catalina largó adelante y volvió a demostrar su gran nivel. Sin embargo, las condiciones del terreno le jugaron una mala pasada: “Me caí por el barro, porque estaba muy difícil la pista”, relató con sinceridad.
Ya el domingo, en la segunda manga, otro obstáculo se cruzó en su camino. Cuando marchaba bien posicionada, su moto sufrió la rotura del embrague, lo que la relegó al cuarto lugar en la carrera. “Iba enojada, pero después me calmé, me puse a acelerar y pude recuperar puestos”, explicó con la naturalidad de una niña que empieza a descubrir la importancia de manejar también las emociones dentro del circuito.
Con ese resultado parcial, Catalina terminó en el cuarto puesto de la clasificación general, un logro enorme para su corta trayectoria deportiva.
Una embajadora del motocross sanjuanino
El desempeño de Rodríguez no solo significó un debut prometedor en el plano internacional, sino también un nuevo motivo de orgullo para el motocross sanjuanino. La joven compite habitualmente en el Campeonato Argentino de Minicross, donde marcha segunda en el certamen de su categoría, y entrena bajo la guía de su padre y del preparador Nico Sastre.
Catalina tiene un modelo muy cercano para reflejar su pasión. Su hermana mayor, Delfina (11 años), practica desde los 4 años y hoy se encuentra en una pausa obligada por recuperarse de una fractura.
Conocí a muchos chicos de muchos países, me hice muchos amigos. Incluso algunos se sorprendían porque era una nena y les ganaba. Conocí a muchos chicos de muchos países, me hice muchos amigos. Incluso algunos se sorprendían porque era una nena y les ganaba.
Lo que viene
La próxima gran cita para “Cata” será del 11 al 12 de octubre en Salto, provincia de Buenos Aires, donde se correrá una nueva fecha del Campeonato Argentino de Minicross. Allí, buscará seguir sumando puntos que le permitan pelear por el título nacional en la categoría 55cc.
Mientras tanto, su nombre ya empieza a sonar fuerte en el ambiente del motocross infantil latinoamericano. Con talento, carácter y una enorme pasión, Catalina Rodríguez promete ser una de las grandes protagonistas de este deporte en los próximos años.
La entrevista completa para ALMATEUR:
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