Ángel Di María vuelve a Rosario Central luego de 18 años y el fútbol argentino se prepara para recibir nuevamente a uno de sus grandes ídolos. Campeón del mundo en Qatar 2022, bicampeón de América, y figura consagrada en Europa con pasos por Benfica, Real Madrid, Manchester United, PSG, Juventus y nuevamente Benfica, el “Fideo” decidió cerrar su carrera en el club que lo vio nacer. Pero antes de la gloria, hubo un camino lleno de esfuerzo, humildad y recuerdos entrañables, como el que vivió en San Juan a comienzos del milenio.
En los años 2000 y 2001, un joven Ángel Di María participó del “Mundialito” de Trinidad, el Torneo Internacional de Fútbol Infantil organizado por el Club Atlético Trinidad. Tenía apenas 12 años, pero ya mostraba destellos de un talento que parecía destinado a más. Jugó dos ediciones: en la primera se coronó campeón con su categoría y en la segunda llegó a semifinales, cayendo ante Sportivo Desamparados. Por entonces, jugaba como delantero centro, aunque ya destacaba por su velocidad, su gambeta y su dedicación dentro del campo.
Durante aquellas visitas a San Juan, el joven rosarino fue hospedado por dos familias locales que aún lo recuerdan con cariño: los Suárez y los Bustos. Facundo Suárez, quien convivió con Ángel más de quince días, lo recuerda como “un chico humilde, callado y de bajo perfil”. “El resto del plantel eran más revoltosos, pero él no molestaba a nadie”, contó a Tiempo de San Juan en el 2023. Facundo es hijo de Domingo Suárez, presidente de la escuelita de fútbol del club Trinidad, quien solía alojar en su casa a muchos chicos durante los torneos.
"Lo ayudábamos porque era muy humilde. Su papá era carbonero y él llamaba seguido a su casa, era muy familiero", agregó Facundo. Su abuelo Roberto, quien también lo acompañó en esos días, se encariñó mucho con el pequeño futbolista. Tal fue el vínculo que años después, cuando Di María debutó en Primera División con Rosario Central, Roberto lo llamó para felicitarlo. Con el paso del tiempo, esa relación se mantuvo viva: en 2008, cuando Di María volvió a San Juan con la Selección Argentina, se reunió con la familia para recordar viejos tiempos. “Cuando falleció mi abuelo, llamaron a casa”, mencionó Facundo en aquel momento.
La otra familia que lo hospedó fue la de Rosa Bustos, conocida cariñosamente como “Rosita”. En su primer Mundialito, Di María se alojó en su casa junto a otros compañeros del “Canalla”. En 2015, cuando volvió a San Juan para jugar un amistoso con la Selección, “Angelito” y Rosita se reencontraron en el hotel, compartiendo un abrazo que quedó inmortalizado en una foto. Tras el fallecimiento de Rosita en 2019, el jugador le dedicó un emotivo mensaje a través de sus redes sociales.