Era el día y el momento ideal para marcar presencia. Todo estaba a pedir de boca pero con el correr de los minutos Peñarol se fue quedando sin la oportunidad de pisar fuerte en la tercera categoría más importante del fútbol argentino. Mucho tuvo que ver el rival de turno que le empiojó el partido y lo llevó a jugar como ellos querían.
El Bohemio dominó gran parte del encuentro pero no tuvo el volumen de juego de otras fechas. Muñoz no fue el conductor del equipo debido a su irregular performance. Ésto repercutió directamente en el equipo a la hora de atacar. Además, Cantero y Pereyra estuvieron aislados del resto y no tuvieron pelotas de calidad para poder marcar diferencias con sus destrezas.
La gran noticia del partido fue el debut del tucumano Pérez, quien mostró presencia convirtiéndose en el patrón de estancia del mediocampo. Viturro tuvo su estreno en el once titular pero entró en la ansiedad colectiva que le imposibilitó desarrollar su juego y terminó redondeando una opaca actuación.
Una vez más Cristian Bove acertó con los cambios realizándolo en cuando el partido de se lo pedía. Díaz, González y Paz le dieron más aire al elenco sanjuanino en el cual repercutió en el equipo. Sin embargo, las imprecisiones con la pelota y la falta de ideas para crear juego lo llevaron a ser predecible a la hora de atacar.
Peñarol no le pesa el Federal A, una categoría que se mete más de lo que se juega. En cada partido no fue menos que su rival pero la falta de oficio para cerrar los encuentros a su favor lo lleva, hasta el momento, no poder ganar en este certamen. El camino es largo y el elenco sanjuanino va por el buen camino.