“Siempre me gustó la pelota pero me decían que no podía jugar porque era una disciplina de varones”. Fernanda Grecco es una de las tantas luchadoras del fútbol. Empezó a jugar en las calles de su barrio y de apoco se fue convirtiendo en una verdadera crack de la redonda. Cuando se empezó a vivir la revolución del femenino en las canchas pegó el salto a la Superliga Argentina, en la que defiende los colores de Independiente.
La sanjuanina es oriunda de la Villa Morrone (Chimbas). En el deporte se inició a temprana edad justamente en una escuelita que funcionaba en el Barrio Aramburu, donde la mayoría era hombres. Fue justamente por su condición de chica que le cerraron las puertas. Esto la bajoneó y la obligó a colgar los botines para dedicarse a otras disciplinas como el voley y el hockey sobre césped.
"Los chicos me fueron integrando en los partidos que se hacían en el barrio Aramburu, donde vivía hasta hace un tiempo. Pero no me dejaban jugar, yo insistía pero me decían que no tenía la misma fuerza que un hombre. Nunca me sentí menos que un hombre cuando jugaba, sí me sentía mal cuando no me dejaban hacerlo por ser mujer", contó en una entrevista que brindó a Tiempo de San Juan en enero último.
Se reencuentro con el fútbol se dio hace dos años, cuando San Martín formó su primer equipo de fútbol femenino. Allí era titular y la máxima artillera. Además el club sanjuanino sirvió de trampolín para llegar a la Selección Argentina: "Cuando formaron el primer equipo de San Martín fue una gran puerta que se abrió. Pude formarme y hoy, gracias a eso, estoy en la Selección. Es algo increíble y que me sorprende muchísimo".
Hoy Fernanda vive un presente impensado. Juega en la Superliga y nada menos que en el club del cual es hincha: Independiente. Y es titular y goleadora. El último fin de semana integró la nómina que enfrentó a Boca, líder del torneo. El partido terminó 4 a 2 a favor de las de la Ribera, pero Fernanda cumplió su sueño de gritarle un gol a su clásico rival.