La visita del Barça Lassa a San Juan es todo un acontecimiento. No sólo para San Juan, para los fanáticos del hockey sobre patines, sino también para Matías Pascual y Pablo Álvarez, dos sanjuaninos que crecieron en el Olimpia Patín Club y ahora son multicampeones con el equipo catalán.
El más chico, que llegó al club español en 2013 tras militar en el HC Coinasa Liceo, el regresar a su tierra lo vive de manera única y especial. Reencontrarse con su familia, con sus amigos y tener la chance de volver a ponerse los patines en la institución que le abrió las puertas con apenas 5 años, es una alegría más que le regala el deporte del stick y la bocha.
"Es una alegría tremenda volver aquí, con la gente del Barcelona, y poder estar con toda la gente. El recibimiento fue increíble y quiero darle gracias a toda la gente, a toda esta familia. Estar en casa me genera mucha ilusión, alegría. Se hizo un poco larga la espera para venir, pero ya estamos acá y toca disfrutar", contó a este medio.

Pascual, junto a Egurrola y Panadero, dos leyendas del Barcelona, fue uno de los más mimados por los chicos que asistieron al primer entrenamiento del equipo en calle General Acha, un club que sufrió una metamorfosis en los últimos años y ya no es el mismo que visitó cuando era un niño. "Es increíble verlo techado. Me crié acá y siempre soñamos con esto, porque jugábamos con lluvia y sol. Ver que ya se concretó es una alegría tremenda", apuntó.

Además de disfrutar del calor de su gente, Pascual también está mentalizado en la Copa Intercontinental que comenzará este viernes donde también estarán Concepción (San Juan), Porto (Portugal) y Murialdo (Mendoza): "Seguramente será una fiesta igual o mejor que la del Mundial que se disputó en San Juan. Arrancamos enfrentando a Concepción, creo que va a ser un partido muy difícil porque tienen grandes jugadores. Ellos son locales y nosotros venimos de un viaje largo, con cambio de horarios. Esperamos adaptarnos rápido".