Ben Rothenberg es un conocido periodista del
ambiente del tenis en este país. El joven y pelirrojo especialista había
quedado impresionado por el "olé, olé, olé, olééé, Delpooo,
Delpooo..." que había sonado en el Arthur Ashe y le hizo una pregunta a
Juan Martín del Potro en la sala de prensa: "¿Te sorprende haber tenido
tanto apoyo contra un estadounidense [Steve Johnson] en Estados Unidos?".
El tandilense le contó que le gustaba, que no se sorprendía de los cantos
futboleros por él y que difrutaba a sus simpatizantes alrededor del mundo.
Tiene bastantes, por cierto, y hasta incluso los cosechó en
Brasil, con la inolvidable plata olímpica en su dorada semana carioca. Pero
asombra cuánto lo quieren y lo consideran acá, en Nueva York, una ciudad que
varios años atrás se rindió ante una compatriota, Gabriela Sabatini. Es verdad
que el "olé, olé" es muy argentino, e hinchas argentinos hay unos
cuantos en Flushing Meadows, y se hacen notar con sus camisetas, banderas y
gorros. Pero cuando suena en un descanso un "let's go, Delpo", al
estilo de la NBA ("let's go, Lakers", por ejemplo),
inconfundiblemente se trata de aficionados locales. Cuando los gritos son por
"Delpou" y "Huan Marchííínnn", el amor está teñido de
tricolor y tiene forma de barras y estrellas.
Público, medios, organización y rivales respetan, consideran
y estiman especialmente a Del Potro. No es la principal figura del torneo,
ciertamente, pero bien puede estar top-five en el rubro popularidad. Demasiado
para un jugador que está 142 en el ranking y que pasó tres años sin visitar
este lugar que tanto le gusta. La conquista de 2009 a sus 20 años contra Roger
Federer es buena parte de la explicación, pero también lo es la historia de
pelea contra una interminable lesión, el no rendirse.
"El hombre más amado del tenis", lo consideró The
Wall Street Journal. "¡Bienvenido de vuelta, Delpo!", tituló el sitio
del Abierto de Estados Unidos tras su éxito de anteanoche por la segunda rueda,
en el estadio principal y en el horario central de la televisión, en un partido
que el propio portal oficial invitaba a mirar por Del Potro y no por su
adversario Steve Johnson... que es el segundo mejor tenista de su país hoy.
USOpen.org repasó la cadena de desgracias físicas que atormentó al tandilense
antes de este esperanzador presente, lo mismo que la revista Sports
Illustrated, que detalló cómo le fue al argentino temporada tras temporada tras
su coronación de hace siete años aquí y encabezó con la frase "Juan Martín
del Potro crece con el apoyo en el Abierto de Estados Unidos mientras continúa
su regreso". Ese "crece" ("thrives") figura en el
sentido de desarrollarse con salud, en un juego de palabras que alude a la
muñeca izquierda.
Rothenberg, el periodista impactado por tanto cariño al
tandilense frente a un local, midió ante la nacion lo que el subcampeón
olímpico representa en el país norteamericano. "No es uno de los
deportistas más conocidos en Estados Unidos, pero dentro del tenis gusta mucho,
es increíblemente popular. Por un lado está subestimado como personaje para el
entretenimiento; la gente en general no aprecia cuán bueno para el espectáculo
puede ser, cuánta atención concentra al actuar, cuánto engancha al público, su
carisma. Pero en el ambiente del tenis por algo tiene la posición que tiene,
como se vio cuando jugó en prime-time en el Ashe. El público estadounidense es
mucho menos patriótico en el tenis, pero aun así es sorprendente que tanta
gente haya hinchado por Del Potro contra un compatriota. Tiene hinchas muy
fieles acá", contó el cronista free-lance para The New York Times y
redactor del podcast NCR Tennis.
Un ejemplo de esa fidelidad. En la página Talk Tennis at
Tennis Warehouse ("Hable de Tenis en el Bazar del Tenis"),
innumerables foristas -decenas, casi todos los que comentaron la noticia-
respaldaron a Del Potro cuando Johnson objetó que se lo invitara al certamen en
lugar de hacerlo con un tenista local. Destacaron del argentino su juego -en
contraste con lo poco interesante que sería ver a un estadounidense más, y de
mucho más bajo nivel-, su atractivo para el campeonato y la vuelta luego de la
lesión.
"Conozco el mercado estadounidense, y sé que los
aficionados de este país aman los regresos. Los grandes atletas que sufren una
lesión fea, que trabajan duramente, que luchan, que tienen resiliencia y
dedicación... Y eso es lo que él personifica. Los que siguen el deporte en
Estados Unidos valoran eso. Entonces, cuanto más lejos llegue en este torneo,
más grandes serán las multitudes que lo seguirán, y más feliz será su
regreso". Así analizó el porqué del afecto local a Del Potro Chris
Widmaier, el director de manejo de comunicaciones corporativas de la Asociación
de Tenis de Estados Unidos (USTA). Widmaier es parte de una organización que
tiene en alto concepto al argentino, desde que le dio la wild-card -de los ocho
varones que las recibieron él es el único en pie en el cuadro- hasta que le
programó su segunda presentación en el estadio central a la mejor hora para la
televisión. "Por supuesto que es importante para el torneo porque es un ex
campeón. El hecho de que haya jugado a la noche en el Ashe, algo grande en el
tenis, dice todo sobre lo que sentimos por Juan Martín", graficó el
directivo.
La estima y la alegría por su retorno brotan de los propios
contrincantes, incluso. Johnson, el mismo que se quejó de que la organización
lo invitara por no ser estadounidense, lo halagó como persona y destacó lo que
el tandilense hizo en Wimbledon (eliminó a Stanislas Wawrinka, el 3er
preclasificado) y en los Juegos Olímpicos. Rafael Nadal se mostró
"contento por él". "Es un jugador importante para el circuito y
es estupendo verlo de vuelta. Es una buena noticia para el tenis, y él es una
persona importante para nuestro deporte en América del Sur", celebró el
español. Novak Djokovic, otra de las víctimas del hincha de Boca en Río de
Janeiro, apuntó: "Estoy encantado por él, porque es un gran tipo y sufrió
un montón". Y Kei Nishikori, otro de los candidados fuertes en Flushing
Meadows, indirectamente situó entre ellos al hoy 142o del mundo. "Tiene
grandes posibilidades de ganar un torneo de Grand Slam. Estoy seguro de que ya
es uno de los diez mejores. Es formidable verlo de regreso en el tour",
subrayó el japonés.
Esta tarde (ver aparte) Del Potro volverá al segundo
estadio, el Louis Armstrong, donde en el estreno superó a Diego Schwartzman
ante unos 7000 espectadores. Tratándose de un sábado y ya de la tercera rueda,
se puede esperar capacidad completa en los 10.103 asientos para ver al muchacho
de 27 años que en este país logró un tercio (6 sobre 18) de sus 18 títulos de
campeón y que hasta tiene un physique du rol de tenista estadounidense. Tal vez
incluso eso le granjee simpatías por acá. Lo cierto es que ya son muchas. Y
vaya a saber uno hasta qué punto crecerán si vuelve a llegar muy lejos.