Vélez aguantó la presión del inicio y luego, cuando anotó el primer gol, cerró el encuentro. Banfield, por el contrario, dejó a un lado su intensidad del inicio ante el cachetazo que le dio Federico Insúa, autor del 1 a 0 y del cierre tempranero del encuentro en el Florencio Sola, al que le quedaban más de 60 minutos.
El local comenzó a desesperarse y empezó a cometer horrores en defensa, dignos de un equipo amateur. Obviamente, si esto pasa ante un equipo de gran jerarquía como Vélez, las consecuencias son más que caras. Así, Sebastián Domínguez anotó el 2 a 0 (previo fuera de juego no cobrado al "Burrito" Martínez) y luego todo el "Fortín" se cansó de llegar al área rival con toques y lujos de todos los colores, los cuales no concretaban por exceso de confianza.
Banfield se fue al descanso cabizbajo y sabiendo que le quedaban 45 minutos para dar vuelta la historia. Sin embargo, Vélez no lo dejó levantarse y a los 2 minutos del complemento puso el 3 a 0 por intermedio de Mauro Óbolo, quien ingresó solo por el medio. Desde ese momento, el visitante bajó un cambio y amplió la diferencia en el final por Iván Bella, quien convirtió el 4 a 0. Cabe destacar que si no fue más la ventaja es porque no quiso el "Fortín". En tanto, en el local Roberto Brum se hizo amonestar y expulsar en menos de un minuto, lo que dejó en evidencia los nervios de un plantel que sabe lo complicada que es su situación en Primera.
Vélez se llevó los tres puntos y se ilusiona con pelear nuevamente el campeonato local y la Copa Libertadores. Banfield, en cambio, se ilusiona con encontrar un milagro que lo haga salir de esta crisis (octava caída en nueve encuentros), porque el descenso anticipó su llegada y lo ha sumado a la pelea por la permanencia que – a juzgar por el nivel del conjunto de Jorge da Silva – va a estar muy complicada de mantener.