Cuatro años pasaron después de un escándalo del que habló el país. Desamparados perdía la chance de ascender en los escritorios con una sanción durísima y la sombra de Daniel Vila, presidente de Independiente Rivadavia, detrás de todo ese supuesto complot.
Por eso, los plateístas del Víbora al grito de "Vamos Grondona" se burlaban del empresario que estaba en el palco del Bicentenario, cerca del gobernador Gioja y otros funcionarios. La mención de Don Julio, era por la escandalosa "asamblea" que Vila hizo hace unas semanas, en la puerta de AFA, autoproclamándose nuevo presidente del ente rector del fútbol argentino.
Con ventaja desde el principio dentro del campo (a los 10' min. ya ganaba Sportivo), los puyutanos se dedicaron a hacer valer su revancha también verbalmente. Así también, le dedicaron insultos a Ricardo Dillon, ex DT Víbora, que ahora estaba en la vereda de enfrente (ver aparte).
En el medio, también hubo un altercado con un hombre mendocino que estaba agrediendo verbalmente a varios hinchas locales, y que la policía debió retirarlo para que se ubicara en el palco junto a los dirigentes de La Lepra. “Es un patovica de Vila”, dijo uno de los uniformados que lo escoltó.
Asimismo, el duelo de hinchadas estuvo siempre con cantitos de un lado y otro. Finalmente el “hijos nuestros”, de los locales terminó siendo el grito ganador, una vez consumada la goleada 3 a 0. Fue una revancha por donde se la mire.