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Inédita historia

En San Juan, el Día de la Lealtad aconteció el 18 de octubre y lo provocaron los estudiantes

Los principales líderes sindicales estaban en la ciudad de Buenos Aires. Un grupo de jóvenes marchó hasta la Casa de Gobierno. La provincia ya era gobernada por el Gou.

Por Redacción Tiempo de San Juan

El peronismo no es ni bueno ni malo, es incorregible. Pero sobre todo, el peronismo, ahora los argentinos lo saben, es inevitable. Quizá sea comparable a la lengua que, como un río, no puede ser controlada, que siempre acontece, que encuentra las grietas y se filtra. La lengua de ninguna sociedad pudo ser prohibida y el peronismo, tampoco. Pasaron 18 años de proscripción y nunca dejó ser nombrado. Todo demuestra que la creación del general Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón, en síntesis con una buena parte de la sociedad, perdura.

San Juan bien conoce al peronismo. Si el 17 de octubre de 1945 fue el alumbramiento, el 15 de enero de 1944, cuando ocurrió el terremoto destruyó la provincia, fue el hecho seminal, al menos así lo indicó el mito de origen jusiticialista. Más precisamente, el amor entre Eva Duarte y Perón -matriz ejecutiva del movimiento- nace en la primera reunión que convoca el entonces coronel. ”Entre los tantos que pasaron en esos días por mi despacho, había una mujer joven de aspecto frágil, pero de voz resuelta, de cabellos rubios y ojos afiebrados”, contó Perón, en sus obras completas, sobre el día que la conoció. Y agregó: “Era actriz de teatro y radio, y quería concurrir de cualquier manera a las obras de socorro por la desgraciada provincia de San Juan”. E irá más a fondo: “Estaba casi subyugado por el calor de su voz y de su mirada”.

Perón no viajó a San Juan en ese momento, pero fue quien se hizo cargo de todo desde Buenos Aires. Bajo la orden del presidente de facto Edelmiro Farrel, el coronel comandó el envío de ayuda: principalmente de médicos, enfermeros, y guarniciones militares para que asistan a los heridos. El saldo del terremoto es incomparable con otras tragedias de la naturaleza a nivel país: 100.000 personas sin techo, 10.000 muertos, más de 1.000 niños huérfanos y todo lo material devastado. En la plaza 25 de Mayo se instalaron una decena de carpas que funcionaban como baños públicos y al que llegaban los sobrevivientes.

La devastación que dejó el terremoto del 15 de enero de 1944 en San Juan. Tuvo una magnitud de 7,4 en la escala de Ritcher.

Sin duda, el éxito de las gestiones de Perón para contribuir con los sanjuaninos fue uno de los símbolos de su gestión. No era un funcionario más. En su persona ocupó tres cargos estratégicos al mismo tiempo: a la secretaría de Trabajo -conexión con sindicatos primigenios y obreros- y el Ministerio de Guerra -conexión con la jerarquía militar- se sumó la vicepresidencia, puesto en el Ejecutivo nacional ideal para formalizar los derechos a los trabajadores.

En los dos años que Perón ocupó la Secretaría logró: el Estatuto del Peón, mejoras salariales, reconocimiento de sindicatos, la creación de tribunales laborales, y vacaciones pagas, entre otras cosas. Beneficios -más tarde derechos- que los obreros no tenían intenciones de perder. Por eso, cuando fue encarcelado en la isla Martín García por orden del general Eduardo Ávalos, los trabajadores de todo el país se pusieron en alerta. Así ocurrió el 17 de octubre, que no fue una movilización nacional.

La patas en la fuente. Una de las postales históricas del 17 de octubre de 1945.

El intelectual Alejandro Grimson señaló en su libro ¿Qué es el peronismo?: “Si bien fue relevante en Rosario, La Plata, Córdoba, Tucumán, así como en otras provincias que se sumaron a la huelga general del 18 de octubre, lo cierto es que por el peso industrial, demográfico y político, el hecho central ocurrió en la ciudad de Buenos Aires y su periferia, aunque no debería perderse de vista el vínculo entre algunos de sus protagonistas con la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar (Fotia) o con el sindicalismo de San Juan”.

Grimson dio en el clavo. El sindicalismo sanjuanino tuvo un rol protagónico en el 17 de octubre, y más tarde en la conformación del Partido Laborista, con el que Perón ganaría las elecciones de febrero de 1946 en el país y en la provincia. Los representantes, que figuran en las actas, son Tejada y Bregante. Sobre Ramón W. Tejada hay una nota escrita por Natalia Caballero. Sólo se dirá aquí que fue un amigo de Eva Perón y un dirigente ferroviario de fuste, que condujo la Federación Obrera Sanjuanina (Fos) y que llegó a ocupar el cargo de diputado nacional. Sobre Bregante, se sabe que lideró el Sindicato del Comercio y que tuvo incidencia en los hechos de lo que más tarde se llamará Día de la Lealtad. Ambos estuvieron en la Plaza de Mayo en ese día histórico.

Fragmento del libro El Partido Laborista en Argentina, de Luis Gay y Juan Carlos Torres. Pueden leerse lo apellidos Tejada y Bregante, de San Juan

Pero sobre el “subsuelo de la Patria sublevado” y la discusión sobre si había 1.000.000 o 750.000 personas mucho se conoce. De lo que aún no había una idea clara, era de cómo había ocurrido el 17 de octubre de 1945 en San Juan. Y la realidad es: no pasó nada. La noticia de la inmensa movilización heterogenea llegó más tarde, por la radio, pero principalmente por el ferrocarril.

La historiadora sanjuanina, Cristian Espejo, reveló algunos detalles de su investigación que echa luz sobre el tema. Para los sanjuaninos hubo un 18 de octubre y los impulsores fueron estudiantes del Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera. Apenas un puñado de jóvenes se reunió en la escuela y salió a las calles a levantar la figura del coronel. Lograron un gran impacto, el diario Tribuna, de corte conservador, los calificó de “irreverentes”. Seguramente, este grupo vitoreó el apellido del militar pro obrero y el clásico: "La Patria sin Perón, es un barco sin timón".

Los alumnos del Nacional sumaron a cada persona que se cruzaban por la calle, fueron a la biblioteca Franklin a cosechar más adhesiones. Forzaron a los colectivos a ir hasta Casa de Gobierno -ya entonces ubicada donde está actualmente- a reivindicar a Perón. De todas formas, en ese momento, según el profesor de Historia Daniel Arias, gobernaba San Juan el Grupo de Oficiales Unidos (Gou), organización de la que el coronel era parte. La provincia estaba intervenida por el gobierno de facto de Farrel a través de Humberto Sosa Molina. De alguna manera, la provincia ya era peronista, aunque el peronismo formalmente no existía. Sosa Molina recaló luego en el gabinete de Perón, durante la primera presidencia ocupó el puesto de ministro de Defensa Nacional.

La inevitabilidad del peronismo.

Fuentes:

  • Espejo, Cristian, El surgimiento del peronismo en San Juan 1943/1946. FFHA- UNSJ.
  • El agradecimiento al profesor de Historia, Daniel Arias, afiliado al Partido Justicialista, por el contexto político de San Juan en durante el terremoto de 1944, así como el rol de Humberto Sosa Molina.

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