Ese beso que le dio Albornó a la bandera fue el remate de un día con sobredosis de emociones arriba del Monte Dos Hermanas y Longdon, dos de los escenarios más crueles de la Guerra de Malvinas.
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SUSCRIBITEEse beso que le dio Albornó a la bandera fue el remate de un día con sobredosis de emociones arriba del Monte Dos Hermanas y Longdon, dos de los escenarios más crueles de la Guerra de Malvinas.
Al regreso del viaje oficial a Malvinas que hicieron 24 sanjuaninos quedaron imágenes como esa, y muchas más que hablan de un grupo con una humanidad absoluta, de gente respetuosa del dolor y ansiosa por reconstruir su historia para luego dejarla como un círculo cerrado y seguir adelante con sus vidas.
Hubo muchas lágrimas, abrazos, taquicardias, frío en el cuello, piel de gallina, risas, llantos contenidos, silencios y gritos en este viaje que duró poco más de una semana y dejó a todos malvinizados. Hoy, a 37 años de esa gesta, un album para el recuerdo de quienes quieran o deban recordar. Tiempo de San Juan estuvo allí. Y lo vivió.
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