Después de 15 años, la "Yoli" abandonó la comisaría de Concepción. La perra de pelo largo, de color castaño y negro, con más de 16 años de vida, había sido adoptada por un efectivo que cumplía funciones en la Comisaría Segunda con apenas meses de vida. Sin embargo, desde la Jefatura de Policía decidieron prohibir tener animales en el interior de las seccionales y la querida mascota debió abandonar el lugar. Según pudo averiguar este medio, la "Yoli" fue adoptada por un policía, quien en medio de un clima de pura tristeza la llevó a vivir a su propio hogar.
La "Yoli" fue encontrada por un efectivo por calle Juan Jufré, cerca de la dependencia, y decidió apadrinarla y traerla a la Comisaría. En ese momento, los efectivos decidieron recibirla y dejarla como la mascota de la seccional. Según los propios policías, "Yoli" aprendió a cuidarlos, a diferenciar entre un uniformado y un delincuente. Tanto aprendió que cada vez que ingresaba un ladrón le ladraba y hasta a algunos les mordía los tobillos.
"Es histórica, tiene más jerarquía que ninguno", contaba entre risas un efectivo. El nombre surgió del policía que la encontró, en honor a su madre, llamada Yoli. Ya está viejita y estiman que no le queda mucho tiempo de vida. "Es muy querida por todos nosotros", comentó un efectivo.
Lamentablemente para ella y para muchos otros perros que viven en comisarías sanjuaninas, el Jefe de la Policía, Luis Walter Martínez, envió un comunicado haciendo alusión a que está prohibido tener animales en el interior de las dependencias, por lo que "Yoli" -y tantas otras más- abandonaron las dependencias.