Un cartel en la pared detrás de la cama en la que pasa sus días dice "Darío”. Con ese nombre lo llaman en la Casa de la Bondad al hombre que perdió la memoria tras recibir un fuerte golpe en la cabeza hace seis meses. Sin embargo, nadie sabe su nombre ni su edad a ciencia cierta. Desde que el caso del hombre que no sabe quién es trascendió las fronteras provinciales, tanto en la seccional 1º como en la institución donde lo cuidan han recibido infinidad de llamadas aportando datos sobre la identidad de este hombre, la mayoría descartados.
Darío Núñez, como lo bautizaron en el Rawson, llegó al hospital tras recibir un palazo en la cabeza. Debido a la brutalidad del golpe, perdió masa encefálica. Durante seis meses estuvo internado, poco a poco su estado de salud fue mejorando y por eso se decidió su traslado a la Casa de la Bondad, donde recibe una atención personalizada.
Desde que la nota de Tiempo de San Juan fue replicada por los principales medios de comunicación del país diversos son los datos que han aportado sobre la identidad de este hombre, que permanece al margen de cualquier deliberación sobre su vida y estado de salud. La mayor parte de los datos han sido desechados por ser falsos.
La teoría más extraña sobre la identidad del paciente provino del interior de la Villa 31. Un hombre se puso en contacto con la Casa de la Bondad asegurando que el hombre es un reconocido financiero de Buenos Aires, salpicado por protagonizar varios delitos. El dato fue rápidamente descartado por la seccional 1º, a cargo de la investigación.
En la Casa de la Bondad ya no reciben más llamadas de este tipo, todas son derivadas a la comisaría capitalina porque en la institución se abocan a cuidar al paciente, no a la averiguación en sí.
Muchas mujeres de entre 30 y 45 años se han comunicado con la seccional pidiendo fotografías más de cerca del paciente. Todas sospechan que el hombre es su padre. En todos los casos, la filiación quedó descartada por las propias solicitantes al recibir la imagen.
En la comisaría han recibido llamados asegurando que Darío es un verdulero que vivía en Santa Lucía, que
fue traicionado por su novia. Incluso los informantes señalaron a ella como la persona que lo vendió a los asaltantes que lo golpearon en la cabeza. Esta teoría no ha sido comprobada pero no ha sido totalmente desechada.
Ahora además de Darío le dicen Miguel, es que algunos datos que llegaron hacían mención que ese es su verdadero nombre. Él responde a los dos nombres, según especulan porque responde a una voz de mando.
Mientras se tejen teorías de todo tipo alrededor de Núñez, el hombre pasa sus días en la institución de calle Paula Albarracín de Sarmiento. Incorporó más palabras a su vocabulario pero que dice de manera inconexa e incoherente. Presumen que no podrá recuperarse nunca del todo porque perdió demasiada masa encefálica.
Dato
El hombre sin memoria dice algunas palabras nuevas, pero no puede mantener una conversación. No camina, pero esperan que con estimulación pueda lograrlo en un plazo prolongado de tiempo. Le gustan las visitas y cuando una persona le toma la mano, el responde con un apretón