En búsqueda de su identidad, una mujer de 37 años que reside en San Juan está juntando datos para conocer a su familia biológica. Mariem Belavita Ambrosini asegura que fue apropiada y sus padres de crianza “se niegan” a darle información. Hasta el momento, buscan a su progenitora o allegados en Mendoza y Córdoba.
Belavita descubrió desde pequeña que no era hija biológica de su madre de crianza. Sin embargo, nunca recibió información precisa sobre su origen ni sobre cómo llegó a formar parte de la familia que la crio. En una reciente entrevista con el portal mendocino Soy Del Este, compartió su dolorosa historia de lucha y esperanza.
“Mi mamá me contó que la llamaron del hospital Saporiti de Rivadavia y que fue a buscarme. Pero después de ciertas contradicciones me comentó que me fue a buscar a Córdoba”, recordó Mariem. Estas inconsistencias la llevaron a sospechar que podría haber sido una niña apropiada. Su acta de nacimiento, la cual considera falsificada, la registra como hija de Hugo Juan Belavita y María Teresa Ambrosini. Sin embargo, sus padres de crianza se niegan a ofrecerle más información, y los allegados a la familia mantienen lo que ella define como un “pacto de silencio”.
Embed - Mariem Belavita on Instagram: "Tuki Gracias a las amigas y a los amigos por tanto amor durante todos estos años de búsqueda. Gracias a cada una de las personas del grupo de apoyo de @ongnpp por ser un refugio, por los intercambios llenos de empatia y comprensión. Gracias al equipo técnico: A mi psicóloga @lic.solegomez por todo el apoyo y el acompañamiento. Al periodista, vecino, compañero @elpajaroagut por el compromiso y la gestión. Al periodista @hugof.videla por darme la oportunidad de compartir mi historia, por el profesionalismo y la paciencia. A la diseñadora @clarigranero por esta hermosura de flyers. #ddhh #identidad #indentidaddeorigen #buscadora"
Desde hace años, Mariem lleva adelante una búsqueda incansable por conocer la verdad sobre su origen. Ha realizado trámites y denuncias ante distintas instituciones, incluyendo el Programa Nacional sobre el Derecho a la Identidad Biológica de CONADI, que se ocupa de casos de apropiación fuera del contexto del terrorismo de Estado. También recurrió al Programa Identidad Biológica de Mendoza, dependiente de la Dirección de Derechos Humanos de la provincia, y presentó una denuncia formal ante la justicia provincial por apropiación de menores. Pese a estos esfuerzos, aún no ha obtenido respuestas concretas.
“Buscar la verdad, sin contar con información precisa, es un proceso desgastante y emocionalmente doloroso”, confesó Mariem. A pesar de los obstáculos, encuentra consuelo y apoyo en su círculo de amigos y en el acompañamiento terapéutico de su psicóloga. Además, participa activamente en el grupo de apoyo de la ONG Nuestra Primera Página, que defiende el derecho de las personas a conocer su identidad biológica. “Todos los meses tenemos reuniones coordinadas por dos psicólogas en las que participan personas de todo el país que atraviesan la misma problemática”, explicó.