Más allá de las diferencias que se puedan encontrar con la ficción, admitió que muchas de las cosas por las que pasa el personaje son típicas y están asociadas a la enfermedad. "La obesidad es la pandemia más antigua que existe y el impacto social y económico que tiene es mil veces mayor que el Covid", sostuvo y aseveró: "Aunque no mata de inmediato, destruye vidas".
Si bien una parte de la sociedad no la concibe como una afección letal, el médico que realiza cirugía bariátrica destacó que el perjuicio no sólo se aprecia en la salud de quien la padece, sino que también impacta en su vida pública y privada. "Además de que predispone a la infertilidad, el cáncer y expone a tratamientos costosos, produce un gran porcentaje de ausentismo laboral, al igual que sufren aislamiento y discriminación", indicó. En algunos casos, según manifestó, son la causa de suicidios.
En la película, se observa al hombre con obesidad mórbida siempre en un mismo escenario y ello puede responder a dos cuestiones: una a que la puesta está inspirada en una obra de teatro y la otra, a que es a propósito para mostrar el aislamiento que la enfermedad produce.
En ese sentido, el profesional destacó: "Son pacientes que están estigmatizados todo el tiempo, que son víctimas de bullying, quedan aislados socialmente, les cuesta conseguir trabajo. El paciente obeso es un paciente que sufre".
Los problemas a los que están expuestas las personas con obesidad son variados, como no encontrar sillas donde se puedan sentar, tampoco encontrar talles en la ropa y, en algunas ocasiones, comienzan a faltar al trabajo. En otro orden, se ven afectados en la cobertura médica, ya que no pueden entrara a una obra social puesto que el peso es un requisito que puede dejarlos de lado.
Alerta spoiler. En la película que generó gran impacto, el protagonista tiene conciencia de que transita sus últimos días de vida y aún así no le da importancia. Aunque pareciera sobreactuado, la realidad no escapa demasiado y es que, acorde lo manifestó el profesional egresado de la Universidad de Córdoba y especializado en Francia, el paciente con obesidad tiene conciencia de que puede morir.
"Lo sabe, lo que pasa es que lo niega. Como no toma remedios, se hace un chequeo y los valores no son preocupantes. Encima es activo y no siente nada en su cuerpo, cree que está todo bien. Pero ese paciente esta cargando con dos o tres personas y su corazón está sobre exigido. Es por ello que tiene un riesgo mucho más elevado de hacer un infarto, un ACV o de sufrir una fractura", remarcó.
A pesar de que Varela aseguró que se trata de una enfermedad crónica y que por lo tanto es una afección que al paciente lo va acompañar toda la vida, existen diversas herramientas y tratamientos para combatir la obesidad.
En la actualidad, hay una Ley de Obesidad que contempla la enfermedad y todos los tratamientos. "Hace 6 meses se modificó la ley por la cobertura, se amplió el margen etario y los tiempos de cirugías. Antes el paciente que se quería operar tenía que prepararse durante 2 años y, en ese tiempo, terminaba abandonando, se infartaba o se quedaba sin obra social; ahora es un año. Antes el margen de edad era de 21 hasta los 65 años y ahora es de los 18 a 70 años", detalló.
El tratamiento, por su lado, tiene que basarse en cuatro pilares fundamentales: nutrición, abordaje psicológico, actividad física y seguimiento médico. "Todos tienen que respetarse por igual", aclaró.
La cirugía
Una solución que combate contra la obesidad mórbida es la cirugía y en la provincia son dos opciones las que se realizan: el bypass gástrico y la manga gástrica. Para ser sometido a cualquiera de las operaciones, el paciente con obesidad tiene que someterse a un tratamiento que puede durar dos años, entre el pre y post operatorio.
"Es como operación de vesícula, se interna, se opera y al otro día se le da el alta. Eso es por todo el control previo que existe, el paciente llega entrenado y los riesgos han sido aminorados", indicó. Al mismo tiempo, aseguró que la intervención dura 2 horas por lo general y, si se agudiza el tema, puede extenderse a 4 horas.
El post operatorio, por su parte, dura 4 semanas y se realiza con un seguimiento de los profesionales que ya lo prepararon para llegar a ese punto. Recién cuando cumple el año de operado se puede distanciar de los controles.
En el sector público, actualmente, hay unas 30 personas en tratamiento, mientras que en el sector privado las cantidades aumentan considerablemente. Si bien no existe un número exacto, Varela contó que por día atiende entre 10 y 15 pacientes. Eso sí, no todos deben ser operados, ya que hay salidas alternativas para algunos.
No obstante, el especialista consultado explicó que la irrupción de la pandemia atentó contra los tratamientos de los pacientes. "Antes de la pandemia había muchos pacientes y se hacían muchas cirugías, pero tras la suspensión por dos años de los tratamientos y el cierre de los consultorios, las cifras bajaron de manera considerable", ejemplificó.
Pese a que las intervenciones quirúrgicas cambian vidas y los pacientes vuelven a nacer, no son una solución definitiva y por ello el doctor destacó que la obesidad es una enfermedad crónica. "Los kilos van a querer volver toda la vida. Por eso el paciente obeso debe saber que nunca queda dado de alta del todo", agregó.
Las causas de la obesidad
Para el médico especializado en la materia, no existe una sola causal que genere la obesidad mórbida, sino que se trata de algo todavía más grande. "El paciente obeso intentó mil veces, mil dietas y nada funcionó. Está harto de sufrir y luchar contra la obesidad. Por eso la obesidad tiene varias causas", indicó.
En ese marco, argumentó: "Hay carga genética, hay factores sociales, económicos. Por esa razón no se lo puede mandar solamente al gimnasio o que haga una dieta específica. El paciente no tiene que dejar de comer, sino que necesita aprender a comer y, en eso, el contexto socio económico es clave".
En la multiplicidad de realidades, resaltó algunas como que hay gente que pasa muchas horas trabajando, lejos de su casa, come lo que puede y por lo general nada saludable. Luego, cuando llega a su casa, llega con hambre y come comida chatarra. Tampoco -explicó- tiene tiempo de hacer actividad física. Todas esas cuestiones arrastran a que la alimentación no sea la adecuada y la obesidad de presente.
Además, aseguró que el estado mental influye bastante y es así que hay pacientes que necesitan una valoración psiquiátrica, sobre todo aquellos que son sometidos a cirugías. "Uno escucha a colegas que dicen cerrá la boca y vas a bajar de peso, pero no se trata de eso, de meter a los pacientes en la misma bolsa, de estigmatizarlos, es injusto. El abordaje debe ser integral y multidisciplinario", expuso.
Alerta spoiler. Sobre el film protagonizado por Fraser, Charlie atravesó una situación traumática que pudo ser el disparador de su enfermedad. Esto es algo común que sucede. "En muchos casos hay un problema familiar que actuó como disparador. Es frecuente ver casos de abuso, de violencia familiar o de abandono y salen a la luz muchas veces durante el tratamiento. Es por eso que es importante el ojo de la psicóloga para ver cómo se aborda cada caso", concluyó.