La ola polar que comenzó a impactar en la región ni bien arrancó el invierno y que llegó a San Juan con una seguidilla de heladas, aún tiene larga vida en la provincia. Aunque el termómetro dio este martes una pequeña tregua, con temperaturas inusualmente templadas por efecto del viento Zonda de altura y un leve viento norte, el alivio será efímero. El climatólogo Germán Poblete advirtió que lo más crudo de la ola polar aún está por venir.
Según explicó, la presencia de numerosos anticiclones en el Cono Sur está generando un fuerte flujo de aire polar, que si bien no permite el paso de frentes en superficie, “trae ese flujo tremendo de aire gélido”. En ese contexto, el especialista remarcó a Tiempo de San Juan que esta situación será intensa y duradera.
Desde este miércoles, el frío se intensificará notablemente: las mínimas estarán por debajo de los 0°C y las máximas oscilarán entre los 13 y 14 grados. Estas condiciones se mantendrán hasta el sábado, con heladas persistentes.
Sin embargo, el núcleo del frío más extremo se espera para el domingo y el lunes, cuando una nueva masa de aire frío, producto de una vaguada proveniente del Atlántico, reforzará el frente. Esos días serán los más invernales: además del descenso térmico, el cielo estará mayormente cubierto, lo que acentuará la sensación de frío. Las mínimas rondarán los 0°C y las máximas no superarán los 7 a 10 grados.
A partir del martes, se prevé una leve mejoría, aunque el frío persistirá, según aseguró Poblete. El tiempo frío comenzará a suavizarse de manera paulatina y las temperaturas máximas subirán levemente, ubicándose entre los 13 y 16 grados hacia el jueves de la próxima semana. “El impacto de la ola polar como tal se extenderá hasta el jueves, pero el núcleo más potente será entre domingo y lunes”, detalló Poblete para resumir la situación.
Pocas nevadas y escasa cobertura nival
En cuanto a las nevadas, la situación en San Juan sigue siendo preocupante. Mientras que en la cuenca del Río Mendoza la cobertura nival alcanza el 47%, en el sur sanjuanino —particularmente en Calingasta— apenas llega al 21 o 22%. En tanto que, en la cuenca del Río Jáchal, el panorama es aún más crítico, con apenas un 6% de cobertura.
“Falta mucho todavía”, advirtió el climatólogo. Si bien por el momento no se puede hablar de sequía, los indicadores actuales “no son buenos”, y el pronóstico no anticipa cambios sustanciales a corto plazo.