El Parque Provincial Ischigualasto volvió a captar la atención de la ciencia global. Su riqueza fósil, que conserva restos de fauna extraordinaria de más de 230 millones de años, fue el tema central de extensos artículos publicados primero por Nature Ecology and Evolution, revista científica de prestigio internacional, y por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), un medio de comunicación referente en la difusión de conocimiento en España y el ámbito iberoamericano.
La publicación de Nature describe un estudio que demuestra que durante el Triásico tardío los dinosaurios de menos de 30 kilos de peso ya mostraban una notable diversidad.
Por su parte, el artículo publicado por SINC, titulado "El amanecer de los dinosaurios: un hallazgo obliga a repensar su evolución temprana", se centra en el descubrimiento de Anteavis crurilongus, cuyos restos redefinen lo que se sabía sobre el ascenso de esta familia de animales en su camino hacia el dominio global.
Este hallazgo se realizó en la Formación Ischigualasto, un lugar que el paleontólogo sanjuanino Ricardo Martínez describe a SINC como uno de los "muy pocos los lugares del mundo que conservan fósiles tan antiguos y bien preservados". El espécimen de Anteavis fue descubierto en 2014 en la zona de la Cancha de Bochas, y es considerado uno de los dinosaurios más antiguos y primitivos hasta ahora conocidos.
Anteavis era un animal pequeño, bípedo y carnívoro. Los científicos estiman que medía aproximadamente 1.60 metros de largo, de la cabeza a la cola, y que superaba los 8 kilos de peso, siendo "del tamaño de un pavo, pero con cola", según la descripción de Martínez. El análisis del fósil, cuyo hallazgo original se publicó en la revista Nature Ecology & Evolution, reveló una característica crucial: su tibia (uno de los huesos principales de las patas) era bastante larga en proporción al resto del cuerpo, lo que sugiere que era un "corredor muy ágil".
La sorpresa para los investigadores residió en su clasificación. Aunque Anteavis pertenecía al grupo de los terópodos (ancestros de las aves), al examinar sus fósiles, observaron una serie de rasgos que hasta entonces se consideraban exclusivos de un grupo más avanzado, los neoterópodos. Estos rasgos incluyen huesos de la cadera soldados, vértebras adicionales y piernas largas y especializadas. Esto llevó a la conclusión de que la evolución temprana de los dinosaurios fue más rápida y diversa de lo que se creía, y que estos rasgos avanzados aparecieron muy pronto.
Los científicos sanjuaninos, protagonistas
SINC basó su reportaje en las palabras de los especialistas argentinos que lideraron la investigación en San Juan como son Martínez y Carina Colombi.
El famoso paleontólogo, que es investigador del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, bautizó a la especie Anteavis crurilongus ("antecesor de las aves de piernas largas") pero ya era reconocido por haber descubierto en 1991 los fósiles del Eoraptor lunensis en el Valle de la Luna, considerado el 'padre evolutivo' de los saurópodos. Martínez explicó que Ischigualasto representa "el momento de la eclosión de estos animales, cuando empezaron siendo abundantes, pero en tamaños pequeños". El hallazgo llevó a revisar colecciones, concluyendo que los dinosaurios pequeños llegaron a constituir casi el 70% de los animales pequeños que habitaron la región.
Por su parte, la geóloga e investigadora de la UNSJ, a través del análisis de las rocas y de los paleosuelos (antiguos suelos fosilizados), determinó el entorno en el que vivió Anteavis. Colombi detalló que el clima era árido, y que el ambiente estaba marcado por ríos y amplias llanuras de inundación. Este trabajo es clave porque sugiere que los dinosaurios prosperaron en momentos de aridez, desafiando la antigua creencia de que los períodos cálidos y húmedos eran los que favorecían la aparición de nuevas especies. Los científicos señalan que esos cambios climáticos, afectados por gases de efecto invernadero liberados por la intensa actividad volcánica, moldearon la evolución de la vida hace unos 230 millones de años.