Marisel Illanez y Javier Farías son reconocidos en el ambiente del folclore sanjuanino en particular y el universo de la danza en general. Con una importante trayectoria sobre sus hombros, la pareja sanjuanina está pronto a enfrentar un nuevo desafío en sus vidas profesionales: participarán en el certamen Pre Cosquín 2025 “Nuevos Valores” y por primera vez San Juan tendrá la misma pareja participando en dos rubros, tradicional y estilizada.
Los inicios de la pareja se remontan al 2007. Marisel tenía 22 años y Javier 33 años. Él ya era en esos momentos bastante conocido en la actividad, debido a los reconocimientos que había logrado de la mano del malambo. Ella por su parte estaba vinculada al folclore por sus hermanos que eran malambistas.
Entre escenarios y festivales se fueron cruzaron, reconociendo y así, entre charla y charla, de manera natural y casi sin darse cuenta se estaban poniendo de acuerdo para presentarse en el certamen Pre Cosquín en el rubro pareja de baile. “En ese entonces podías elegir si era tradicional, estilizada o ambas”, señaló Marisel.
Las incursiones en el universo Cosquín fueron de la mano del folclore estilizado. Esa primera experiencia fue más que enriquecedora y significativa. Poco tiempo de armado y mucho coraje fueron suficientes para, al cabo de un par de meses, preparar la propuesta y presentarse. Marisel recuerda que uno de los desafíos de aquella época no era la danza o su forma, sino tener que pedirle permiso a su padre para bailar con Javier. La diferencia de edad en aquel momento la llevó a esa situación. Afortunadamente el permiso existió. Sin duda gracias a ello se formó un camino de 17 años llenos de danzas y nuevos desafíos.
“En ese momento nos fue bien. Pasamos a la final, pero no ganamos. Con la distancia uno se da cuenta que estábamos muy crudos”, reflexiona Marisel acompañada de Javier, quien en silencio la escucha repasar cada momento de sus vidas juntos.
Pese a no haber logrado el pase deseado, retomaron la idea de volver a presentarse con mayor fuerza y tiempo. Se presentaron todos los años siguientes hasta que finalmente, en 2011, llegó la ansiada clasificación. Marisel y Javier formaban parte de la delegación local que llegaba a Cosquín en el rubro Pareja Estilizada; postal que se repitió nuevamente en 2012.
El año siguiente fue una bisagra en la vida de ambos. Entre zambas y chacareras había comenzado a gestarse un amor mutuo que se fortalecía con el paso del tiempo. Las largas horas de ensayo se combinaban con historias de vida y el enamoramiento estaba en el aire. “En el 2013 nos casamos y al poco tiempo me quedo embarazada de Amanda, nuestra única hija. Obvio, ese año no nos presentamos”, comenta entre risas la sanjuanina, recordando que bailó hasta jornadas previas al parto y si su cuerpo le hubiera permitido, se hubieran presentado, pero a veces las prioridades van por otro lado y su pequeña bebé era todo lo que les interesaba a ambos.
La licencia de los escenarios duró poco y nuevamente el selectivo del Pre Cosquín los volvió a encontrar en escena en 2014. Ocho años pasaron hasta que lograron nuevamente ser elegidos para representar a San Juan. “El Pre Cosquín forma parte de nuestras vidas, de nuestra construcción como personas y también como familia”, comentan.
Compartir hogar, familia, vínculo, proyectos, escenario entre otros espacios puede parecer un verdadero desafío para cualquiera. Para Marisel y Javier también lo fue en algún momento, pero reconocen que no demoraron en naturalizar el universo que estaban creando, entendiendo que es todo parte de lo mismo.
“Como somos bailarines, para nosotros es así. No es que nos estamos doblegando para ser otros, más allá de la construcción del personaje, que forma parte de lo que uno también trabaja. Si bien hay una realidad y es que la parte emocional para la vida tracciona todo, sobre todo este trabajo que es tan sensible, para notros nunca ha sido diferente. También nos ha costado mucho hacer un trabajo X cuando no hemos estado bien, pero sabemos que es un trabajo y hay que cumplirlo. Somos compañeros, tenemos una compañía y es un montón, pero la danza forma parte de nuestra naturaleza”, comenta Marisel.
Durante todos los años que se presentaron en el Pre Cosquín siempre lo hicieron en pareja estilizada, pero desde hacía tiempo les venía rondando por la cabeza presentarse en el rubro pareja tradicional. La forma de interpretar el folclore en ambas categorías es distinta, por lo que el entrenamiento y la preparación también lo es.
Este año, de cara al selectivo 2025, San Juan presentó la novedad de la doble sede local: una en San Martín y la tradicional delegación provincial. Se presentaron en ambos selectivos y tuvieron que medir sus bailes e interpretaciones ante una ferviente competencia.
De manera histórica lograron algo que ninguna pareja sanjuanina pudo conquistar desde la creación del festival cordobés: Marisel y Javier participarán en ambos rubros, ya que fueron los ganadores en la delegación de San Martín en estilizado; y en San Juan conquistaron la categoría tradicional. Al respecto la sanjuanina confiesa: “En este rubro que hemos ganado, que es tradicional, es la primera vez que lo logramos. El año pasado lo intentamos y llegamos a la final. Es algo que lo estuvimos buscando durante tiempo”.
Con la doble responsabilidad sobre ellos, las expectativas son más que enormes. “La primera expectativa, para lo primero que se trabaja es para estar en la final, que ya es un premio en sí mismo. Es tanta la gente que queda afuera de la subsede. Allá se compite con los mejores trabajos y pasar a la final es un premio muy importante”, señala Marisel.
Y continúa: “La segunda expectativa es poderlo lograr física y psicológicamente. Es un escenario con mucha presión. A bailarines profesionales se les demanda un poco más que a otros, sentimos mucho eso y somos seres humanos. La preparación es fundamental. Por supuesto, ganar el rubro es nuestra aspiración mayor, ya que es una puerta abierta a trabajar. Luego te buscan para ser jurado, para coreografiar, es una vidriera que a los bailarines nos sirve y mucho”.
Quien no forma parte del mundo que se esconde en el folclore quizás tenga inconvenientes para comprender qué significa ganar en una sede, ser parte de una delegación y representar a una provincia a nivel nacional. Para los bailarines es una de las mayores aspiraciones y detrás de cada cuadro que dura escasos minutos en escena hay una preparación de meses, de largas horas entrenando, de investigación y desafíos para lograr la mejor propuesta.
“Si bien los logros son personales, son logro también para la comunidad de la danza sanjuanina. Por ese motivo lo seguimos haciendo, sin importar la edad o el qué dirán”, cierra Marisel, quien junto a Javier estarán participando del pre Cosquín 2025 que se llevará a cabo del 4 al 19 de enero en Córdoba.