Hace un año ocurría una de las tragedias que más impacto produjo en los sanjuaninos, cuando tres personas que se hallaban en un mismo domicilio de Capital murieron por inhalación de monóxido de carbono y otras dos, una mujer embarazada y su hijo por nacer, se salvaron de milagro.
El hecho sucedió en el interior de un departamento del barrio Centro Empleados de Comercio, ubicado en la Villa América, donde Laura Azucena Sánchez (50), Antonio Olivencia (29) y Federico Leuzzi (32) encontraron la muerte. Sin siquiera tener conciencia de lo que sucedía, se intoxicaron y, para cuando intentaron rescatarlos, ya era demasiado tarde.
Fuentes judiciales confirmaron que observaron el mal funcionamiento de dos artefactos con quemadores, es decir dos calefactores y su defectuosa combustión. Además, advirtieron la falta de ventilación en los ambientes del inmueble situado en el consorcio de Av Rawson al 425 Norte, incluso aseguraron que la chimenea del calefón estaba tapada por un nido. Aparentemente, ese fue el peligroso cóctel que derivó en las muertes de la mujer y de los dos hombres que por una particular situación se habían reunido en el lugar.
Es que la pareja Olivencia, Julieta Peña, se descompuso. La chica embarazada empezó a sentirse mal y su hermana -novia de Leuzzi- la llevó al Hospital Guillermo Rawson. En ese momento llegó Sánchez, que se quedó en el departamento junto a su hijo Antonio y Federico Leuzzi esperando a que las chicas regresaran. Esa fue la primera señal de que algo andaba mal en ese departamento.
Al rato, en el mismo hospital constataron que la joven embarazada tenía signos de intoxicación con monóxido de carbono. Eso generó preocupación en las hermanas, pues sabían que sus parejas y la mamá de uno de ellos se encontraban en el departamento. Entonces los llamaron por teléfono, pero no contestaron. Por eso alertaron a su abuela, que vive en el mismo consorcio, para que vaya a buscarlos. Ya era la 1.30 del martes. La mujer mayor logró entrar y se topó con un escenario tremendo. Leuzzi estaba tendido en el sofá del comedor, Sánchez en la cocina y Olivencia en el baño. Todos habían muerto.
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A la izquierda, Federico Leuzzi y a la derecha, Laura Sánchez y su hijo Antonio Olivencia
La inspección y el trabajo de los técnicos de ECOGAS permitió tener más certezas. Fuentes judiciales revelaron los primeros informes confirmaron que el departamento no contaba con rejillas de ventilación y que las puertas y ventanas estaban cerradas. Que la estufa a gas situada en el comedor y el calefón no funcionaban a la perfección, de modo que no hacían una buena combustión y eso generó que el lugar se llenara de monóxido de carbono. Hasta el caño de ventilación del calefón estaba obstruido, dado que en la salida de la chimenea había un nido que tapaba la salida de los gases.
Con la fatalidad como antecedente, desde la Asociación de Gasistas Matriculados de la provincia indicaron que más del 50% de los hogares de San Juan presentan irregularidades en las instalaciones de gas. El dato resulta preocupante, dadas las consecuencias trágicas que supone una falla de ese tipo.
El presidente de ASIGAS, Sergio Slobojanac, aseguró que si bien no se trata de cifras oficiales, es información es un reflejo de la realidad con la que se encuentran a diario cuando llevan adelante sus tareas. "Son datos muy generales, pero todos los días vemos que las casas más antiguas no están en condiciones", explicó.
Ya sea una cocina instalada con manguera, una rejilla tapada, calefones obstruidos, ampliaciones con cañerías no declaradas o demás son las irregularidades con las que se topan. "Es cultural, la gente no piensa en hacer una inspección todos los años para tener la tranquilidad de que todo funciona correctamente y, lamentablemente, suceden estas muertes silenciosas", sostuvo el gasista matriculado.
Aunque reconoce que mientras menos dinero hay en una casa de familia, menos se invierte en tener las instalaciones de gas en condiciones, el especialista apeló a la conciencia de los sanjuaninos para con estas cuestiones que resultan de vida o muerte. "Yo les sugiero que siempre hagan un service rutinario, sólo para constatar que todo está bien. Porque, a veces, nos confiamos y creemos que no hay problema, pero un experto va a saber más", agregó.