El abogado penalista Antonio Liurgo denunció al diputado nacional ultramacrista Fernando iglesias por interrumpir, e insultar según manifestó Alberto Fernández, al presidente durante su mensaje de inicio de las sesiones ordinarias del Poder Legislativo.
En la denuncia, el letrado solicita se establezca si Iglesias padece “indicios de patología psiquiátrica".
La figura legal de la querella es "perturbación al ejercicio de la función pública", y está amparada en el artículo 241 del Código Penal, que prevé para quien “perturbare el orden de las sesiones de los cuerpos legislativos nacionales o provinciales, en las audiencias de los tribunales de justicia o donde quiera que una autoridad está ejerciendo sus funciones" y para quien "impidiere o estorbare a un funcionario público cumplir un acto propio de su función", una pena de entre 15 días y 6 meses de prisión.
Tras ser sorteada en Comodoro Py recayó en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi, quien, seguramente, la desestimará de plano.
Liurgo denunció a Iglesias por haber interrumpido el discurso presidencial con "expresiones en altísima voz" ante las cuales el Presidente "se vio obligado a interrumpir su discurso y responder a la perturbada actitud del representante del pueblo".
El denunciante sumó antecedentes de Iglesias, cuyas “agresiones son moneda corriente en la cotidiana vida política soliendo estar protegidas por un manto de impunidad”, que “el Presidente sorteó con estatura paciente e inmutable la conducta del legislador".
"Vengo a requerir que los canales de noticias remitan todas las disputas y actos indecorosos, agresiones, insultos, y defensas del nazismo, violencia de género y toda falta de urbanidad, decoro, o evidencia de patología; con remisión al cuerpo de Peritos Forenses de la Corte para que se expida sobre la posible perturbación de la orientación espacio temporal de Iglesias", sostuvo el letrado.
Entre las pruebas presentadas, están las requeridas declaraciones testimoniales de “Cristina Fernández de Kirchner, Beatriz Rojkes de Alperovich y Cecilia Moreau”, que estaban sentadas al lado del mandatario.
Conocida la denuncia, Iglesias tomó la palabra en sus redes sociales: "Me enorgullece. Me ofrezco a realizarme todos los exámenes correspondientes con la única condición de que también se los hagan el presidente y el vicepresidente", disparó.
Luego recordó otras denuncias realizadas por un legislador del oficialismo, Rodolfo Thailade, y la actriz Florencia Peña (enriquecimiento ilícito, e incumplimiento de deberes de funcionario público, respectivamente), para señalar “que estos totalitarios estalinistas consideren un desequilibrado mental a quien denuncia sus iniquidades no es raro. Es el mismo procedimiento utilizado por Stalin contra héroes como Solzhenitsyn, Bukowsky, Brodsky y Sájarov, Me hacen un gran honor".
Finalmente, atacó con dureza al presidente y la vicepresidenta: “Mientras simulamos que vivimos en un país normal, dos delincuentes han presidido el principal acto de la democracia: la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso. Quienes sufren el síndrome de Estocolmo nacional y popular los avalan. Hablemos de locura".