La Cámara Federal de Casación Penal ha intervenido de manera contundente para acelerar el desarrollo del juicio oral conocido como la causa de los Cuadernos de las Coimas. Este proceso, que sienta en el banquillo a Cristina Kirchner y a otras ochenta y seis personas (un total de 87 acusados), es considerado el caso de corrupción más relevante del país.
Mediante una resolución adoptada este martes, los jueces de Casación—Daniel Petrone, Gustavo Hornos, Ángela Ledesma, Carlos Mahiques y Mariano Borinsky—convocaron a los magistrados del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nro. 7 (TOF 7) para una reunión clave el próximo martes 18 de noviembre. El objetivo central de este encuentro es definir medidas que doten al proceso de una mayor eficacia, eficiencia y celeridad.
El reclamo de presencialidad y el impacto político
La preocupación de los camaristas radica en que, hasta ahora, las audiencias se celebran únicamente los jueves a través de la plataforma Zoom. La baja frecuencia y la modalidad virtual han generado demoras, al punto que la lectura de las acusaciones podría extenderse hasta el comienzo de la feria judicial de verano.
Para contrarrestar esta lentitud, existe una mayoría entre los jueces que impulsa cambios drásticos:
- La realización de audiencias presenciales.
- El aumento de la frecuencia semanal a, al menos, tres veces por semana.
- La eliminación del receso judicial de verano, buscando que el juicio avance sin interrupciones.
La presencia física de CFK
El cambio más significativo con potencial impacto político y mediático es la exigencia de pasar de un debate virtual a uno presencial.
Cristina Kirchner ya fue acusada en la causa Cuadernos como la jefa de una asociación ilícita. Aunque previamente tuvo que "mostrar su cara" durante una audiencia virtual, la decisión de forzar su presencia física en el tribunal intensificará la atención pública y generará una dinámica política totalmente diferente.
La virtualidad permite una distancia del escrutinio inmediato; la presencialidad, en cambio, expone a los acusados—y en particular a una figura de la relevancia de Cristina Kirchner—a la inmediatez de la cobertura mediática. El debate, de ser aprobado, se centraría en la Sala AMIA de Comodoro Py, un espacio recientemente remodelado con capacidad para doscientas personas, lo que facilitará la cobertura masiva y la afluencia de defensores, querellantes y prensa. Se estima que esta sala podría estar disponible a fin de mes.
De concretarse la medida, el juicio pasará de ser un evento lento y reservado en la plataforma Zoom a convertirse en el epicentro de un debate intensificado en la Justicia federal, con consecuencias directas en la escena política nacional.
Los jueces del TOF 7 convocados para analizar estas herramientas son Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero. La intención de Casación es clara: cambiar el ritmo del proceso para que avance con mayor inmediatez y sin demoras adicionales.