El quiebre es un hecho. Por cuánto tiempo, no se sabe. Mauricio Ibarra ya no forma parte del entorno estrecho del senador Sergio Uñac. Lo que se supo hasta ahora sobre la ruptura, que deja al peronismo con cuatro líneas de acción, es que no cayó bien que el rawsino decidiera que Florencia Peñaloza rechazara la banca en la Cámara de Diputados que le tocaba en reemplazo del legislador fallecido Horacio Quiroga y asumiera en su lugar el bloquista Federico Rizo. Pero hay más información y la trama incluiría hasta una negociación con el zondino Miguel Atampiz.
Tiempo de San Juan informó que Ibarra desapareció de la nómina de colaboradores de Uñac dentro de la Cámara de Senadores, el cambio se dio en enero, pero no se sabe si el dirigente renunció o lo despidieron. Tenía una categoría alta, era A1, como lo es Cristian Andino, Rubén Uñac, José Emilio Abarca, Enrique Claudio Cáceres y Fernando Rubén Figueroa. Tanto Ibarra como el Senador fueron consultados por este medio, pero ninguno respondió. Pero sí lo hicieron sus entornos.
En diciembre falleció el diputado Quiroga, del Frente Grande y se abrió una sucesión conflictiva. Continuaba en la lista Peñaloza y las dudas sobre la decisión que iba a tomar estaban sobre la mesa. Es que, para asumir, debía renunciar a un lugar de exposición importante como lo es la Defensoría del Pueblo. Eso es lo que entendieron dentro del círculo ibarrista, no así el presidente del PJ y jefe de la bancada peronista en el recinto, Juan Carlos Quiroga Moyano. El veintiquinceño operó para que Peñaloza no renunciara porque su reemplazante era el bloquista Rizo, espacio político con el que ya no hay alianza política. Para Quiroga Moyano era poner en jaque la mayoría en Diputados, a pesar de que esa mayoría no logró imponer su número en debates como el RIGI, el fin del contrato con la UTE que construía El Tambolar, el blanqueo de capitales, entre otros temas de trascendencia.
Finalmente, Peñaloza terminó renunciando a la banca en Cámara y Rizo asumió, engrosando el bloque bloquista, que ahora tiene 4 legisladores que vienen respondiéndole a la actual gestión del gobernador Marcelo Orrego. El uñaquismo se quedó con 14, a los que se le suman los dos giojistas y el gramajista, alcanzando los 17 diputados (incluso, algunos con votos oscilantes).
A la lucha de Quiroga Moyano para que Peñaloza asuma la banca se habrían acoplado Marisa López y Leopoldo Soler, informaron fuentes cercanas al ibarrismo. Los colaboradores de Uñac habrían tenido una charla con Miguel Atampiz para contar con su apoyo y así intentar recuperar la dirección de la Defensoría del Pueblo, que hubiera quedado en disputa. Pero nada de esto se terminó dando y Peñaloza terminó renunciando, indicaron.
El no de la ibarrista cayó mal dentro del círculo estrecho de Uñac y el propio senador lo habría interpretado como una deslealtad, lo que terminó quebrando la relación. "Se debilita el bloque PJ y se fortalece el bloquismo", habrían dicho puertas adentro. Según aseguraron dirigentes consultados por este medio, Uñac estaría nuevamente volviendo a sus orígenes y hasta se habla de una posible vuelta del pocitano Roberto Gattoni como asesor político del senador.
El quiebre podría tener una consecuencia e implica la relación con el intendente más laureado del peronismo: se trata de Carlos Munisaga. El rawsino es un hombre que nació del ibarrismo. Hay tres caminos para el Intendente y todos implican una ganancia y un costo: continuar como hasta ahora, operando con todos los sectores del justicialismo; despegarse de Uñac y su influencia o despegarse de Ibarra. Cualquier decisión generará secuelas, incluso dentro del departamento que comanda.
Desde el ibarrismo indicaron con vehemencia que no piensan irse del peronismo, definieron este momento como una turbulencia que se "enmendará" en pos de generar una opción de unidad para las elecciones legislativas del 2025. El uñaquismo no dio pistas sobre el futuro de la alianza Sergio Mauricio y Eduardo Mauricio.