Ya no hay lágrimas sobre el teléfono. El diputado nacional Marcelo Orrego, en su rol de líder de Juntos por el Cambio en San Juan, tomó el teléfono y marcó el número de los referentes que en 2021 estuvieron enrolados en Consenso Ischigualasto. La razón: unificar el discurso contra la ley de lemas que se estaba por aprobar -ya se sancionó- y empezar a charlar sobre el tan mentado “acuerdo programático” entre opositores. La primera reunión pasó el jueves 25 de agosto. Pese al runrún que se generó, ningún medio pudo confirmar el dato en ese momento. No fue sino hasta el domingo 28 de agosto -cerca de las 21- que ambos frentes enviaron un comunicado breve para convocar a una conferencia de prensa. Estaba cocinada la primera foto entre las partes.
La conferencia estuvo marcada por la presencia de todos los representantes del macrismo local, con Orrego y el intendente de Rivadavia, Fabián Martín, a la cabeza. Y algunos “dinosaurios”: el titular del Gen, Marcelo Arancibia, el referente del Pro disidente, Fernando Patinella, y el presidente de ADN, Martín Turcumán. Hubo una foto en conjunto en los jardines del Hotel Viñas del Sol y luego hablaron, uno por uno, los presentes. Naturalmente, era una movida simbólica. Los votos los tuvo siempre el justicialismo y sus aliados. Este jueves 8 se aprobó el Sistema de Participación Ampliada y Democrática (Sipad), que funciona con lemas y sublemas, sin limitaciones de candidatos a gobernador -que logren un armado íntegro en 10 departamentos- e intendentes.
Ese mismo día, a las 21, en la sede de Juntos por el Cambio, en avenida Ignacio de la Roza y calle Ameghino, ocurrió la segunda reunión con los miembros de Consenso Ischigualasto. Estuvieron los mismos, faltaron los mismos. No concurrió el líder de la Cruzada Renovadora, Alfredo Avelín Nollens. Tampoco los jóvenes mileístas de Fuerza Liberal, de Carlos Montiveros, que además son el único sector del arco opositor que está a favor de ley de lemas -y la defienden encendidamente- porque “la inventó un liberal”. No apareció, además, José Peluc, que ejerce un doble comando con Turcumán en ADN.
jxc.jpg
Conferencia de prensa en el Hotel Viñas del Sol. Referentes de Juntos por el Cambio y Consenso Ischigualasto.
La charla fluyó, comentaron sobre las acciones judiciales que van a seguir. De primera, insistirán con la inconstitucionalidad de la eliminación de las Paso. De hecho, ya presentaron un recurso extraordinario ante la Corte de Justicia local. Sobre la abrogación de la Ley 613-N y los lemas, dijeron que “irán hasta las últimas consecuencias” contra esas medidas. Luego pasaron al tema que efectivamente los convocó, más allá de los rodeos: la ambición de unidad. Orrego no quiere que se repita el escenario de las elecciones nacionales de 2021, cuando quedaron a pocos votos de arrebatarle la victoria al peronismo. La lista del Frente de Todos, con Walberto Allende y Fabiola Aubone, se impuso por apenas 5.046 votos a la de Juntos por el Cambio, con Susana Laciar y Enzo Cornejo.
Aunque es contrafáctico y los comicios no ingresan en la lógica de la linealidad matemática, si Juntos y Consenso Ischigualasto hubiesen formado un solo frente, podrían haberse quedado con las dos bancas en la Cámara de Diputados de la Nación. No sólo no sucedió, sino que se dispararon con munición gruesa en la antesala a la elección. El macrismo atacó a los “dinosaurios” porque Peluc dirigía el Enacom y lo tildaron de oficialista. Renunció. Pero eso no modificó nada. Después, Arancibia denunció al bloquista disidente e integrante del Tribunal de Cuentas, Enrique Conti, por incumplimiento de su deber como funcionario al aparecer en actos políticos. Ni hablar de la interna en el Pro, que está quebrado entre quienes están en uno y otro espacio. Presentaciones judiciales iban y venían.
Ahora hay ánimos de pacificación. Así lo expresaron a viva voz en la reunión del jueves. Según fuentes calificadas, Turcumán manifestó que “la predisposición está dada”. Lo hizo en coherencia con declaraciones anteriores, fundamentalmente mediáticas, donde pedía a Orrego que tomara la posta y convocase a “un gran acuerdo opositor”. Arancibia expresó algo similar y enfatizó en “no hacer de cuestiones políticas causas personales”. Los asistentes al cónclave destacaron que hubo “un cambio en la manera de escuchar de ambos sectores”. Sin embargo, por lo bajo, hay críticas. Para algunos, la ley de lemas no es suficiente razón para unirse.
Vale clarificar las posturas. Juntos por el Cambio ya tiene en sus filas a la Coalición Cívica, de Facundo Guzmán, y es posible que el Gen también se incorpore en los próximos meses. Arancibia es uno de los dialoguistas. Bisagrea entre ambos frentes. Tiene buena relación con el radicalismo de Horacio Tello. Es decir, uno no es más “dinosaurio”. El otro en algún momento dejará de serlo. A las decisiones las preceden los gestos. Dos ejemplos: las reuniones de Martín con el titular de la Cc nacional, Maximiliano Ferraro, y el mitin cerrado del Gen, la UCR y Republicanos Unidos, la pata liberal de Juntos, que guían Miguel Arancibia y Belén Varela.
De Consenso, entonces, quedan Turcumán, Avelín y los libertarios. Con matices, hay un sí a la unidad y -por ahora- dos no, señalaron las fuentes. El cruzadista ya dijo “no me van a llevar de las narices”. Los libertarios discrepan con la adhesión tan pronta de los sanjuaninos a la campaña presidencial del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Ellos aguardan un pacto del economista Javier Milei con la presidente del Pro, Patricia Bullrich. Pese a ser una cuestión nacional, para los jóvenes es vital. También está el tema de Peluc, que fue el blanco de los dardos más venenosos el año pasado.
“O están todos o que no esté nadie”, lanzaron desde Consenso. “Si queremos un acuerdo opositor, tenemos que estar todos, con los libertarios, con los Avelín, y con los que se quieran sumar”, expresaron voceros. Y tiraron una frase fuerte: “A Juntos le va bien porque tienen la marquesina del macrismo nacional y está bien, pero ahora nosotros también tenemos una marquesina, la de Milei, y la vamos a aprovechar”. Por eso la unidad -“unidad hasta que duela”, como dicen en el peronismo- no es una realidad efectiva. “Cuando quieran discutir en detalle un acuerdo que incluya a todas las expresiones y con capacidad de negociación, veremos”, indicaron. “Dentro de una posible unidad, ninguno vale más que otro”, sentenciaron.
¿Los lemas no son suficiente razón para dar el sí a un Juntos por el Cambio ampliado? Por ahora no, “nosotros tenemos que presentar el armado en los 10 departamentos, vayamos solos o con ellos”. Desde Juntos no quisieron responder a eso, sino más bien analizar que una interna bajo el mismo lema es más beneficioso para ambos bandos que ir separados porque los enfrentamientos en el Frente de Todos pueden ser más atractivos para el electorado. Es un aliciente.
Consenso, como línea interna, puede poner a Turcumán como aspirante al sillón de Sarmiento frente a Marcelo Orrego. O el candidato puede ser otro. Turcumán puede ir a Capital y que la contrincante en la máxima categoría sea una joven cruzadista. Nada menos que la hija de Alfredo, Luciana. Y sumar a Nancy Avelín como legisladora nacional. Son opciones que bajaran los operadores “dinosaurios”. Son varios los casilleros a completar en las elecciones. El empresario textil Sergio Vallejos -de la rama de halcones de Bullrich- también está con chances. Es “rebelde” y le “falta entender algunas cuestiones del juego político”. Pero está en boxes.
La pregunta válida es qué pasa con la unidad. “Consenso es un bloque, vamos todos juntos”, respondieron unos. “Vamos a ir viendo, le dejamos la puerta abierta a los libertarios para el armado provincial y a nivel nacional estaremos separados, como pensamos desde el primer momento, nadie va a cambiar de pensamiento”, respondieron otros.