La llegada de Juan Schiaretti a Juntos por el Cambio, motorizada por el intendente de CABA Horacio Rodríguez Larreta, elevó hace días la temperatura interna de la alianza opositora, poniéndola al borde de la desintegración.
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SUSCRIBITELa llegada de Juan Schiaretti a Juntos por el Cambio, motorizada por el intendente de CABA Horacio Rodríguez Larreta, elevó hace días la temperatura interna de la alianza opositora, poniéndola al borde de la desintegración.
Desde el sector liderado por Mauricio Macri y Patricia Bullrich criticaron la decisión de Larreta, acusando al precandidato del PRO de hacer “una jugada mezquina”, en pos de favorecer sus chances en una PASO contra la ex ministra de seguridad, poniendo en riesgo la “identidad” del espacio.
Larreta, con el apoyo del resto de los partidos de la alianza (UCR, CC-ARI, Avanza Libertad), defendió su idea con el argumento de la ampliación de Juntos por el Cambio, porque “con lo que tenemos no nos alcanza”.
En medio de la refriega, el mismo Schiaretti salió a bajar tensiones aclarando que “no pertenezco ni perteneceré a Juntos por el Cambio”.
Hoy, la chance del cordobesismo en JxC se evaporó definitivamente porque el mandatario cordobés anunció que irá a las PASO con una alianza propia.
Este sector, llamado “Hacemos por Nuestro País”, estará integrado por peronistas no kirchneristas, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Autonomista y otras fuerzas de la provincia de Córdoba.
Sin una interna con Juan Manuel Urtubey, Schiaretti deberá obtener en soledad el 1.5% de los votos del padrón nacional para poder consolidar su candidatura a la presidencia.
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