El ministro de Economía, Luis Caputo, ensayó una férrea defensa de la actual política económica del gobierno. Aseguró que Argentina atraviesa “un punto de inflexión”. Durante un almuerzo del Centro de Investigaciones para el Desarrollo del Seguro (CIDES), el funcionario fue categórico al afirmar que “el Gobierno sostiene sin modificaciones la orientación económica”, e insistió en que “lo que está más firme que nunca es el compromiso de mantener estas políticas. El rumbo es indeclinable”. Según la lectura de Caputo, el país se encuentra en “un punto de inflexión en nuestra historia” debido a que el escenario actual combina una tríada de factores esenciales: “ortodoxia económica, gobernabilidad y apoyo de la sociedad”.
El jefe del Palacio de Hacienda subrayó que este nuevo contexto está fuertemente influenciado por la figura del presidente Javier Milei. Explicó que si bien antes el presidente estaba “relacionado con sus ideas y su personalidad”, ahora esa percepción ha cambiado, y el ministro nota en el empresariado, inversores y político que “hay admiración por él”. Esta transformación se traduce directamente en movimiento de capital, pues “Antes el presidente era una promesa y ahora son resultados”, sostuvo el funcionario. Como evidencia, relató que, en el Consejo de las Américas, en Estados Unidos, “empresarios le informaron al presidente que están dispuestos a invertir todo dólar adicional en Argentina”. Caputo afirmó que “las inversiones están llegando en tiempo récord” y que son de una magnitud tal que “dan vuelta la matriz económica de la Argentina”.
Para asegurar este camino de inflexión, el Gobierno tiene una prioridad clara: desarrollar “un Estado sin déficit para que el ahorro se canalice en el mercado de capitales”. En esta línea, Caputo señaló que se está trabajando activamente, revelando que “estamos mandando las reformas laboral y tributaria”. El ministro detalló que estas reformas estructurales “apuntan a formalizar más la economía y a generar mayor crecimiento”. Específicamente, en el ámbito laboral, el objetivo es “bajar las cargas patronales para reemplazarlas por un fondo de cese y eliminar la litigiosidad que es tan costosa para la industria”. Además, el Gobierno tiene como prioridad mantener la estabilidad macroeconómica y generar confianza en los mercados, dado que Argentina “es un país sensible a cualquier shock”.
Respecto a las medidas tomadas en materia de desregulación, se destacó la eliminación del control sobre las cuotas de colegios privados, permitiendo que estos “podrán fijar aumentos sin autorización”. Esta acción fue celebrada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, al declarar: "Chau a los saltos exorbitantes". Finalmente, el ministro Caputo enfatizó la importancia de la industria del seguro en la estructura financiera, definiéndola como “el motor del crecimiento” y cuestionando que en la Argentina “no se les dio el lugar que se merece”. Sostuvo que este sector es clave para movilizar el mercado de capitales y generar ahorro interno.