Es una decisión. La metodología del examen de ingreso al Poder Judicial va a cambiar. Apuntan a contar con perfiles que se ajusten a las necesidades de la Justicia. De esta última edición -realizada en el 2022- al día de la fecha, ingresó el 30% de los aprobados. Según adelantaron las fuentes oficiales consultadas, los concursos masivos no garantizan tener una bolsa de trabajo que permita cubrir las demandas que se generan en Tribunales. Por eso las modificaciones.
Aún no hay certezas sobre la metodología, pero lo que sí está decidido es que los concursos no serán masivos sino dirigidos: para abogados, para psicólogos, trabajadores sociales o los perfiles que son más buscados dentro de Tribunales. La intención también es evitar grandes bolsas de empleo que generan expectativas en los aprobados y que después no tienen espacio dentro de la estructura judicial.
La metodología de los últimos dos concursos del Poder Judicial fue la misma. Un examen de ingreso con tres etapas eliminatorias: una de dactilografía, otra de ortografía y una final de nociones de derecho. Aquellos que superaron las tres instancias pasan a integrar un listado de aprobados, todos con chances de ser convocados para cubrir vacantes.
Hasta ahora, cualquiera con el secundario completo podía rendir el examen de ingreso. En el 2022 se inscribieron 9.956 sanjuaninos, de los cuales se presentaron a rendir mecanografía 5.245. Apenas el 22,13% aprobó. Al segundo examen se presentaron 1.158, de los cuales 797 pasaron a la última etapa, que terminó definiendo una lista de aspirantes integrada por 541 personas.
En el 2001 la Corte fijó el reglamento para el ingreso a Tribunales. Hasta ese momento, las convocatorias eran absolutamente discrecionales. La normativa buscó asegurar los concursos como un mecanismo más transparente y justo para acreditar la idoneidad de los ingresantes. A su vez, la Constitución dice que todos los cargos de la administración pública deben ser cubiertos por orden de mérito.
El concurso de estreno fue tapa de diario. Incluyó preguntas y respuestas generales. Los que aprobaban, eran quienes después iban a ingresar a la Justicia. Pero todo se interrumpió en el 2005 cuando el exsecretario administrativo de la Corte, Luis Recio, quedó en el ojo de la tormenta. Fue acusado de favorecer a “aspirantes” dándoles en forma anticipada los resultados de los exámenes para el ingreso.
La interrupción duró unos años hasta que nuevamente se reactivaron en el 2016, con esta metodología de tres etapas eliminatorias. La vigencia de la lista de aprobados es de tres años, con posibilidad de prórroga por un año más. Con la pandemia, la prórroga fue un poco más larga y en el 2022 se reactivó el mecanismo. Los cambios que analiza la Corte se aplicarían en el 2026.